Las heces nos brindan información de la condición en la que se encuentran nuestros intestinos y el tracto digestivo. Un cambio en su color puede ser un signo de alerta por la presencia de alguna patología o enfermedad. Por ejemplo, las heces blancas son una clara señal de que hay un problema en el organismo.
Normalmente, las heces varían en una gran cantidad de tonos de marrón e inclusive verde y negro. Ahora, en caso de que se presenten blancas o pálidas, ¿qué debemos hacer?
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Heces blancas o pálidas
Cuando las heces son de color blanco o un tono de arcilla, es un indicativo de que tenemos un problema en el sistema biliar que incluye el páncreas, el hígado y la vesícula biliar. El color marrón de las heces se lo dan las sales biliares, secretadas por el hígado.
Cuando son blancas, se puede deber a una infección en el hígado, que disminuye la producción de bilis. O quizás se haya producido una obstrucción en las vías biliares. Por esto, hay una incapacidad del sistema digestivo para absorber las grasas de modo correcto.
También existen las heces de color claro (amarillo a gris) y grasosas. A esta condición se le llama «acólicas».
Es común tener algún problema en determinado momento de nuestra vida. Con el paso del tiempo, se dan cambios que pueden ser simples y temporales o, por el contrario, alarmantes e impresionantes.
Posibles causas de las heces blancas
Las heces blancas pueden ser consecuencia de varias cuestiones, desde el consumo de ciertos medicamentos, malos hábitos de vida o enfermedades concretas.
1. Medicamentos
El consumo de ciertos medicamentos provoca que las heces se vuelvan blancas en las personas. Ejemplos de ello son los antibióticos que se emplean para el tratamiento de infecciones como la tuberculosis o los malestares intestinales como la diarrea.
Por otra parte, también los antiinflamatorios y los anticonceptivos orales pueden provocar las heces blancas. Del mismo modo, los esteroides anabolizantes pueden provocar hepatitis medicamentosa, además de heces blancas.
En estos casos, las heces blancas suelen desaparecer unas semanas después de que se suspende el uso del medicamento desencadenante.
2. Hepatitis
La hepatitis es la inflamación del hígado, provocada por los virus de la hepatitis A, B o C (siendo este último, el más peligroso ya que puede ser mortal).
Uno de los síntomas de la hepatitis son las heces de color pálido o arcilla. Esta señal es causada por el mal funcionamiento del hígado.
3. Hepatitis alcohólica
La causa de esta enfermedad es el consumo excesivo de alcohol. Se manifiesta con la inflamación del hígado; su gravedad depende de las cantidades de alcohol que se ingieran y el tiempo que se lleva tomándolo.
Los síntomas son la ascitis, fatiga, edema, encefalopatía hepática e ictericia. La hepatitis es una de las causas que da lugar a las heces blancas, y tanto la alcohólica como la vírica pueden resultar en cirrosis.
4. Cirrosis biliar
La cirrosis biliar es una enfermedad crónica e irreversible del hígado en su fase terminal. Se da cuando se destruyen las células hepáticas, esto provoca una irritación e inflamación de las vías biliares del hígado.
Por tal motivo, el flujo de la bilis se bloquea y se dañan las células hepáticas. Después, se da una cicatrización llamada cirrosis. Uno de muchos de los efectos de la cirrosis es que las heces se vuelvan blancas.
5. Cáncer
Algunos tipos de cáncer pueden causar deposiciones de color claro o pálido, acompañadas de fatiga. El cáncer pancreático, los tumores biliares y otros cánceres que bloquean el conducto biliar causan que la deposición se vuelva de un color amarillo claro o arcilloso debido a la falta de enzimas digestivas que vienen del páncreas.
Esto también puede causar fatiga, dado que la comida no se digiere adecuadamente y los nutrientes no se pueden absorber. Todo esto resulta en una posible malnutrición.
6. Cálculos biliares
Los cálculos biliares son residuos solidificados en la vesícula biliar que llegan a obstruir el flujo de la bilis. Se forman de colesterol o de bilirrubina endurecida.
Cuando los cálculos biliares son grandes, algunas veces bloquean los conductos biliares, que son los que liberan la bilis a los intestinos; el resultado de esta anomalía es que las heces se vuelvan de color pálido.
Asimismo, si su tamaño es considerable y no desaparecen con medicamentos, se debe realizar una intervención quirúrgica para extirparlos.
7. Colangitis esclerosante primaria
La colangitis esclerosante primaria es una enfermedad en la que se inflaman las vías biliares o se forma un tejido cicatricial en estas. Esta condición causa una descompensación del flujo biliar, que no llega correctamente a las heces y ocasiona su falta de color.
No obstante, esta enfermedad tiene tratamiento mediante medicamentos o intervención quirúrgica.
8. Ictericia
La ictericia ocurre por la inmadurez de los procesos bioquímicos que transforman la bilirrubina en el hígado. Se revela en la coloración amarillenta de piel y mucosas y se acompaña de coluria, cuando la orina es oscura por la presencia de bilirrubina y de acolia, las heces muy claras. Es muy frecuente en niños prematuros y se prolonga unas dos semanas después del parto.
9. Colestasis
En esta afección el flujo de bilis disminuye o se detiene, producto de una infección del hígado, de cálculos biliares o cáncer. Aparece prurito, orina oscura y heces de color blanco.
Para tratar la colestasis se ha de atender la infección subyacente, lo cual supone un régimen alimenticio acorde, medicación y en algunos casos, intervención quirúrgica.
Diagnóstico y tratamiento de las heces blancas
La aparición de heces blancas es una condición grave que debe ser rápidamente consultada con un médico. El profesional ha de indicar un tratamiento adecuado cuando las causas sean descubiertas y diagnosticadas.
Las pruebas que se deben realizar para tener un diagnóstico preciso por parte del doctor son las siguientes:
- Análisis de sangre: así se logrará observar cualquier anomalía en los valores.
- Tomografía computarizada: es una prueba de diagnóstico que genera una imagen del interior del cuerpo.
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): se trata de un tipo especial de resonancia magnética que captura imágenes detalladas del sistema biliar.
- Ecografía abdominal: es una prueba para crear una imagen de los órganos y verificar que todo está en orden y en su lugar.
- Pruebas de función hepática.
- Cirugía: en casos de extrema necesidad, se realiza para encontrar defectos en el tracto biliar.
Una vez tratada la causa que genera la aparición de las heces blancas, las deposiciones deberían volver a su color normal. Sin embargo, de no ser curable, las heces mantendrán una apariencia anormal y se deberá profundizar los tratamientos.
Fuente: Mejor con Salud.
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