REDACCIÓN. Un nuevo factor de riesgo del COVID-19 se está divulgando en varios medios de comunicación y está vinculado con la alimentación, según hallazgos emitidos por miembros de la comunidad científica.
Se sabe que el COVID-19 afecta más gravemente a las personas que no estaban saludables del todo antes de contraerlo. Ahora queda claro que, además de la edad avanzada, un alto riesgo lo corren personas obesas, con diabetes, tensión alta y enfermedades cardíacas.
“Y lo que es evidente y casi nadie señala es que la mayoría de esas dolencias están relacionadas con lo que esas personas comen”, afirmó la doctora Mariela Glandt. Ella decidió compilar su conocimiento e investigaciones cuando le quedó claro lo siguiente: “La alimentación es el mayor riesgo de coronavirus y nadie está hablando de ello”.
La especialista israelí acaba de publicar “Cómo comer en los tiempos del COVID-19”. Dice que a lo largo de los años ha trabajado con pacientes que tienen enfermedades relacionadas a la alimentación. Y dice que no imaginaba que su conocimiento fuera relevante durante una pandemia.
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Alimentación para atacar el COVID
“Pero creo que la alimentación es la mejor manera de preparar a nuestros cuerpos para luchar contra este virus. La superposición entre la disfunción metabólica y vulnerabilidad frente al COVID-19 es imposible de ignorar”, explicó en declaraciones difundidas por Fuente Latina.
Las enfermedades relacionadas con la alimentación requieren soluciones vinculadas con la alimentación también. “Las enfermedades metabólicas se caracterizan primordialmente por un exceso en la ingesta de azúcar, carbohidratos y aceites vegetales”.
Todos ellos provocan un rápido aumento de la hormona insulina. Y podrían conducir por ello a una resistencia a la insulina y a otros desequilibrios hormonales.
La experta señala a la comida rápida como la gran culpable de las malas costumbres alimenticias de tantos países.
La comida basura sin nutrientes, comida procesada llena de azúcar y aceites vegetales, las gaseosas y los jugos de fruta (también los naturales), deberían sustituirse por comidas que no destruyen el metabolismo.
“Evitar los carbohidratos es el mejor modo de romper el ciclo de subidas de insulina y resistencia a la insulina”, señala la endocrinóloga.
Fuente: Infobae