ESTADOS UNIDOS. El cuerpo sin vida de una migrante hondureña fue encontrado en medio de la maleza en el interior del rancho en Texas, Estados Unidos. El cadáver presentaba evidentes signos de haber sido devorado por los animales.
Se trata de una mujer de 29 años de edad que, según las autoridades, obedecía al nombre de Margarita Rosibel Espinal Zúñiga. De acuerdo al reporte, el traficante (coyote) y otros migrantes la dejaron abandonada.
Según medios mexicanos, la migrante andaba vestida con pantalón de mezclilla y blusa negra. Las autoridades tomaron estos detalles como evidencia en la investigación.
Los brazos y la cabeza presentaban huellas de haber sido devorados por los animales salvajes o aves de rapiña.
La Patrulla Fronteriza informó a las autoridades correspondientes y han iniciado todas las diligencias que este nuevo caso requiere.
Hasta el momento se desconoce de qué lugar de Honduras es originaria la hondureña. Se espera que las autoridades hondureñas puedan pronunciarse al respecto.
Al difundirse la noticia, varios compatriotas lamentaron lo ocurrido y enviaron condolencias a sus familiares.
«Sin palabras. Qué triste y conmovedora noticia. Dios consuele el corazón de sus padres y familia en estos momentos tan difíciles. Muy hermosa mujer», indicó una persona.
«Dios les de fortaleza a su familia y a sus hijos, porque muchos así como ella, un día nos arriesgamos a ese destino incierto», agregaron.
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Otro hecho
La familia de José Orlin Valle, un migrante hondureño que quedó abandonado en la frontera de Arizona, cerca del desierto, tras no poder seguir caminando, pide ayuda a las autoridades para encontrarlo, ya que desde hace un mes no saben de su paradero.
Nelson Valle, hermano de José, dijo a Univisión que el martes 19 de julio, a las 3:30 de la tarde, fue la última vez que supo de su hermano de 24 años de edad.
Casi un mes ha pasado desde entonces y nada se sabe de José Orlin, a quien su familia intenta rescatar, ya que según denuncia Nelson Valle, las autoridades hondureñas no le han ofrecido ayuda.
De acuerdo con su hermano Nelson, cuando José Orlin era un bebé, su padre emigró de Honduras a Estados Unidos.
Más de 20 años después, el joven hondureño de 24 años emprendió la ruta hacia los Estados Unidos, buscando hacer realidad su sueño de reencontrarse con su padre y el resto de su familia.
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