HONDURAS. ¿Acaso al fin confesó el detenido? La Policía Nacional, desde hace dos días, está enmontañada en la aldea El Butacal buscando a Enoc Chinchilla, misma zona donde en diciembre pasado fue hallada muerta su niñera Cindy Xiomara Castro.
Los agentes uniformados hacen diligencias con palas, piochas y machetes, con el triste objetivo de encontrar los restos del niño de 11 años.
Junto a los agentes se encuentra un médico forense que llegó desde Tegucigalpa, quien realizaría la exhumación del cuerpo. También están apoyando elementos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Pero, hasta ahora, la búsqueda no da resultados.
Ya se acumulan 11 meses desde la desaparición de Enoc, luego de que presenciara la muerte de su abuelo y una vecina del sector.
Cabe señalar que anteriormente, la Policía anunció el hallazgo de la osamenta de un niño en una zona montañosa de Tela, y se creía que era Enoc, pero los exámenes forenses revelaron que no se trataba de él.
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¿Y el detenido?
Por la desaparición de Enoc, hay un sujeto detenido desde el pasado mes de enero, quien también es sospechoso de matar al abuelo, tío y niñera del menor, pues cuando pretendía secuestrarlo, «Algo se le complicó», dijo la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
No obstante, «El detenido (llamado Bayron Meléndez) no confiesa. No habla. Está entrenado para callar, matar y no delatar. Ha trabajado para Los Zetas y sabe aguantar bien la presión», fue la respuesta del jefe de la DPI, Evelio Burgos.
Así ocurrió el secuestro, según la DPI
Burgos dijo que la idea era solo secuestrar al niño, así que Meléndez, supuestamente acompañado de otras dos personas, llegó muy temprano a casa del abuelo del pequeño, Rubilio Pérez. El sospechoso creyó que el estaba durmiendo, pero no era así, sino que abrió la puerta cuando escuchó su nombre, y fue por eso que Meléndez lo atacó a disparos y luego asfixió con un cordón de zapatos.
Pero unos instantes más tarde, con los asesinos dentro de la casa, llegó Israel Ramos, el tío de Enoc, a quien también mataron de un golpe en la cabeza. Posteriormente llegó Cindy Castro, que cuidaba al niño, quien apareció muerta algunos días después. La Policía tiene la hipótesis de que Cindy estaba coludida con Meléndez, pero que fue asesinada porque luego pretendía delatarlo a él y a sus compinches.
Los cadáveres del tío y abuelo de Enoc, junto al de Amalia Molina, una vecina de la familia, yacían semienterrados en una zona desolada de Campo Elvir. Mientras que el de Cindy yacía en una zona montañosa de Lancetilla.
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