TEGUCIGALPA, Honduras. – Gustavo Ramos, un hombre de mediana estatura, su cabello empezando a perder la batalla por las canas, sus manos un tanto quemadas por el sol o el cemento que por muchos años trabajó.
“Tavito”, como le dicen popularmente, cambió la cuchara y la cinta métrica por un micrófono, y hoy por hoy trabaja para Hable Como Habla (HCH), uno de los medios de comunicación más importantes de Honduras.
Llegamos a la cabina de edición de HCH, Gustavo grababa su famosa sección “Entre la risa y el llanto”. “Ajá… al ver esa escena me senté en una acera y me puse a llorar”, locutaba en una pequeña y acondicionada cabina.
“¿Qué tal está? Pase adelante, bienvenido”, nos dijo “Tavo” cuando llegamos a buscarlo. Seguidamente, nos sentamos a platicar en una de las terrazas del canal HCH.
Gustavo compartió con el equipo de redacción de Diario Tiempo Digital una parte de su vida personal. Asimismo, su ejemplo de perseverancia y la transición de ser un maestro de obra a salir a las calles a reportear.
¿Qué piensa de Eduardo Maldonado? ¿Ha sido mujeriego? ¿Qué opina de los homosexuales? ¿Terminó sus estudios universitarios? ¿Quién ganará las próximas elecciones del 26 de noviembre? Estas y otras interrogantes le hicimos a “Tavito”.
A continuación, la entrevista con el carismático y popular comunicador social hondureño Gustavo Ramos:
¿Cómo persona, cómo se considera Gustavo Ramos?
GR// Soy una persona muy noble, me gusta la humildad y el respeto sobre todo. Además, desde muy pequeño me enseñaron a ganarme el pan de cada día, me inculcaron ese amor por el trabajo.
¿Cómo fue su infancia? Hablemos un poco
GR// No fue la más bonita que digamos. No me crié con mi madre, crecí con una tía. De igual manera, a mi padre no lo conocí, me crió el esposo de mi tía. En el seno de mi familia vivíamos con muchas limitantes.
Sin embargo, eso no fue motivo para no poder superarme y ganarme la vida desde muy pequeño. A la corta edad de los 13 o 14 años mi papá de crianza, el esposo de su tía, tenía como oficio la albañilería.
Entonces, empecé a andar como su ayudante. Luego, con el paso de los años me convertí en medía cuchara, aprendiz de la albañilería, y finalmente en albañil de obra.
¿Cuántos años laboró en la construcción?
GR// Alrededor de un cuarto de siglo. 25 años trabajé en la albañilería, a mucha honra. De ahí le daba de comer a mi familia y puse a estudiar a mis hijos e hijas.
Pero siempre tuve ese espíritu de perseverancia, poco a poco iba sacando mis estudios. Terminé la primaria y secundaria. Allá por el año 1991 me metí a la universidad, pero por diversos motivos tuve que dejar de lado los estudios.
¿Dónde y cómo inició sus pasos en la dirigencia sindical?
GR// Empecé a involucrarme en las luchas sociales a medidos de los años 80. Específicamente en 1985, cuando entro a trabajar a la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Ahí, comienzo a ser parte de la directiva del sindicato, inicié a capacitarme en varias partes del país. De igual manera, saqué en Costa Rica unos cursos relacionados con la dirigencias de laboral.
Después en la colonia donde habito, en la Israel Norte comencé a asistir a las reuniones del patronato. Al poco tiempo, me convertí en el presidente del mismo, donde estuve dos periodos.
Gustavo Ramos y sus letanías
GR// Luego de andar por más de 17 años en el ambiente de las luchas sindicales uno aprende a escribir consignas populares. Es así como me nace incursionar con las letanías consignas con sátira.
“Señor, hoy tengo un dolor de cabeza… me gustaría echarme un par de cervezas, pero sé que todo está caro y mejor me echo un cachimbazo de guaro”, muchas de estas iniciaba a escribir.
¿Cómo llega a los medios de comunicación?
GR// Me acuerdo que para un 26 de marzo había una gran manifestación popular, entonces, don Pablo Gerardo Matamoros andaba en la movilización y grabó todo lo que yo hice.
Pero yo como siempre quise organizar a los trabajadores de la construcción, inicié a agrupar a los carpinteros, electricistas y albañiles. Así formé la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Construcción (COTRADECON).
Para organizarlos, yo empecé a hacer notas y las llevaba a los medios de comunicación. Iba a todos los medios, radiales, escritos y televisivos. Es así como llego a donde don Eduardo Maldonado.
¿Háblenos de ese primer contacto con Eduardo Maldonado?
GR// Una de las tantas tardes que iba a leer los comunicados a los medios, don Eduardo me dio el espacio cuando él tenía el programa “Interpretando la Noticia”, en Radio Globo.
Me acuerdo que llegué un día a eso de las dos o tres de la tarde y solo estaba Dalberto y don Eduardo. Al rato me hicieron pasar y pude leer una convocatoria. Y sin esperarme, él me reconoció como una de los sindicalistas que leía las letanías.
En ese sentido, me preguntó si andaba algunas letanías para que las leyera, y como siempre caminaba en un papel un par de ellas, le di lectura a varias.
De ahí, me dijo que me llegara todos los viernes al programa a leer un par de las mismas. Yo empecé a tomar esa oportunidad en serio y como un trabajo.
¿Quién es Eduardo Maldonado para Gustavo Ramos?
GR// Es un mentor, un excelente jefe y como persona no digamos. Don Eduardo es una persona muy humilde y luchadora, que siempre trata de salir delante de la forma más honrada posible.
¿Cuál ha sido la anécdota que más recuerda?
GR// Me acuerdo una vez que ya estaba colaborando con el programa de noticias de don Eduardo, y a la vez trabajaba como albañil. Me encontraba ese día en un colegio magisterial haciendo unos trabajos de construcción.
De repente llega un motorista a decirme que estaban reunidos los dirigentes magisteriales y que los fuera a entrevistar. Entonces, yo andaba todo sucio, con una cabuya amarrado los pantalones y los zapatos llenos de mezcla.
Decidí no entrevistarlos porque me iba a dar pena que me rechazaran por mi forma de vestir. Después, al final del día me enteré que habían tomado una decisión de suma importancia para el magisterio.
Entonces les comenté a los jefes y me dijeron que mi deber en ese momento era haber abordado a los dirigentes. Esto, sin importar mi forma de vestir.
Gustavo Ramos en la actualidad
GR// En la actualidad dirijo mi programa de denuncias con mi compañero Julio Maldonado. De igual forma, tengo un espacio los fines de semana donde pongo música del recuerdo.
Si Dios me lo permite, el otro año termino mis estudios universitarios. Ya solo me hacen falta dos clases para graduarme como periodista.
¿Cómo se ve en un par de años?
GR// Ya llevo bastantes años en HCH, esta ha sido mi segunda casa y mi escuela. Pero siempre en la vida uno tiene que ver más allá.
Tengo pensado, al terminar con mis estudios, prepararme en el área de producción televisiva. Creo que soy muy creativo y para eso se necesita tener mucha imaginación.
¿Se considera un hombre mujeriego?
GR// Fíjese que no, a pesar de que tuve muchos hijos no me considero un hombre mujeriego. No le voy a decir que no sale nada va, pero ahí de vez en cuando me salen los tiritos (se ríe).
¿Qué opina de los homosexuales?
GR// Pues me da igual lo que la gente haga con su vida; tanto mujeres como hombres son libres de decidir qué hacer con sus cuerpo. Claro, yo tengo mi sexualidad bien definida y me gustan las mujeres.
No tengo problemas con ellos, siempre y cuando no se metan a problemas conmigo queriéndose sobre pasar.
¿Quién será el próximo presidente de Honduras?
GR// Yo tengo mi corazoncito, no lo voy a negar, pero creo que ya todo está dicho, la reelección se impondrá en este proceso electoral.
Para finalizar, el carismático Gustavo Ramos les mandó un mensaje a los hondureños:
«No busquemos la vida fácil, trabajemos de manera horada y todo nos saldrá bien».