HONDURAS. Este mismo mes de septiembre del 2021, Guatemala estaría prohibiendo definitivamente el plástico de un solo uso, estrategia que hubiese ayudado a disminuir la cantidad de basura que el río Motagua arrastra al mar Caribe y que termina llegando a las playas hondureñas, sin embargo, dicha ley que se aprobó en 2019, fue bateada iniciando el 2020. ¿Por qué?, ¿qué pasó?
Fue en septiembre del 2019 que el Gobierno de Guatemala, presidido en aquél entonces por Jimmy Morales, anunció la prohibición de distribuir bolsas plásticas de un solo uso y otros elementos de este material con el fin de contribuir a la protección del medioambiente.
El artículo 2 de este acuerdo señalaba que se fijación de un plazo de dos años, o sea, hasta 2021. Durante ese lapso, todas las personas «individuales o jurídicas que utilicen los productos indicados (…) los sustituyan, en forma definitiva, por otros artículos o insumos elaborados con material que cumpla con la normativa de la Unión Europea».
«Hoy se publicó el Acuerdo Gubernativo 189-2019. Se prohíbe en todo el país el uso de bolsas plásticas, pajillas, platos y vasos desechables. Así como contenedores de alimentos desechables de plástico. Es momento de cambiar nuestra forma de consumo», proclamó Jimmy Morales.
¿Por qué ya no?
Resultado que la ley antiplástico de Guatemala fue algo que surgió cuando Jimmy Morales iba de salida, pues dejaría el poder al año entrante. Entonces, desde octubre de 2019, según medios de comunicación como Prensa Libre, Alejandro Giammattei, actual mandatario de Guatemala, comenzó a evaluar la posibilidad de derogar la iniciativa de su antecesor. Y sí, ocurrió.
“Lo vamos a derogar el 14 de enero (de 2020), porque no es prohibiendo el plástico, hay cosas más importantes que hacer, tenemos que generar cultura y educación”, aseguró Giammattei al salir de una reunión organizada por la Cámara Comercio.
En sintonía con el actual mandatario, la Comisión de Plásticos, de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT) considera que las prohibiciones no son la solución.
“Como país necesitamos comprender que la problemática surge ante la ausencia de sitios de disposición final adecuados que permitan dar un manejo de los residuos y desechos sólidos”, opinó Marcos Arimany, presidente de la Comisión, según recoge Prensa Libre.
“El camino debe ser normar las acciones de disposición final y promover la clasificación desde la fuente generadora”, agregó Arimany. A su vez, señaló que algunos países de Latinoamérica donde se ha prohibido el plástico han enfrentado consecuencias en la salud y se han retractado de la medida.
Sin posibilidad en la actualidad
Fue así como el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) derogó el reglamento emitido durante la administración anterior, el cual estaría entrando en vigencia justo este mes de septiembre.
Ante la pregunta de si la prohibición podría ocurrir en el futuro, el viceministro del MARN, Fredy Chiroy, respondió que el recientemente publicado Acuerdo Gubernativo 164-2021, que no es más que un reglamento para la gestión integral de los desechos sólidos, contiene normas sanitarias y ambientales para evitar el deterior del medio ambiente.
Sobre la basura de Guatemala
Años han pasado y la basura de Guatemala no se detiene. Las toneladas de desechos siguen sumando, especialmente cuando es época de lluvia.
Botellas plásticas, zapatos, troncos de árboles, desechos sanitarios, jeringas, entre otros utensilios son los que arrastra el río Motagua. Por muchos años este problema ha sido un dolor de cabeza, según han señalado hondureños.
En octubre del año 2020, una de las épocas lluviosas, el tema volvió a salir a la luz. El medio BBC News explicó que el conflicto afectaba nuevamente y el principal dañado era el territorio hondureño.
En ese momento, se informó que el Gobierno de Honduras en 11 días había recolectado alrededor de 550 toneladas de desechos de las costas. La basura llega incluso hasta Roatán, Islas de la Bahía.
En un aproximado de dos días recogían 144 toneladas de basura, es decir, hasta 70 toneladas por día, lo cual se posicionaba como el peor impacto que se había tenido en los últimos años.
Los cálculos llevan a confirmar que en el periodo de un año (365 días) son 25,550 toneladas que llegan. En tanto, serían 127,750 toneladas en cinco años y aproximadamente 255,500 toneladas en una década.
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