SAN PEDRO SULA, CORTÉS. Desde hace más una década Guatemala ha contaminado las costas de Honduras, una problemática que cada año ocurre con mayor intensidad, y este 2021 «será peor», prevén especialistas.
La noticia de la basura del río Motagua que llega mayormente a Omoa y Puerto Cortés ocupa regularmente las portadas de los medios de comunicación durante la temporada lluviosa, y como aún no hay soluciones ni avances, lo que se dice al respecto suele ser lo mismo que anteriores ocasiones, aunque con algunas pequeñas variables.
Pero, ¿Cuál es la razón por la que Guatemala continúa inundando de basura a Honduras?, ¿Por qué la cuenta no deja de arrastrar plástico?, ¿Dónde es el origen? Para saberlo, TIEMPO se comunicó con dos ambientalistas chapines y un hondureño, quienes, desde su perspectiva como ciudadanos del país vecino, desnudaron la realidad del problema.
1. Vertedero mal manejado y falta de tecnología
Julio Gonzáles, miembro del Colectivo MadreSelva, organización no gubernamental guatemalteca, dijo que la capital de Guatemala es la mayor responsable de la basura que arrastra el río Motagua, el cual desemboca en el mar Caribe y, en consecuencia, los desechos sólidos llegan hasta las costas de Honduras y Belice. Y es que, según aseveró, hay un vertedero encima de uno de los afluentes más grandes del río: el basurero de la zona tres.
«¡Ese es un desastre! Y es un vertedero mal manejado, porque ahí, lo que están haciendo es azolvar la cabecera de cuenca del río. Justamente en la boca del basurero hay un drenaje y ese drenaje ha tenido falta de mantenimiento. Actualmente está colapsado y toda esa agua es la que llega al Motagua«, dijo.
Por otro lado, Gonzáles aseguró que Guatemala no cuenta con la tecnología adecuada para recoger la basura y evitar que llegue a otros países. «No la han podido contener porque no tienen tecnología y realmente es falta de voluntad para sanear las cuencas de nuestro país», manifestó.
2. Falta de voluntad para invertir
Pero la contaminación del río Motagua no es algo nuevo, sino que es un problema de hace dos décadas. A pesar que en el año 2006 el Poder Legislativo de Guatemala aprobó una ley que obliga a las municipalidades a invertir en la construcción de plantas de tratamiento y así evitar la contaminación de los afluentes, los alcaldes han preferido no hacerlo, pues hay «falta de voluntad».
«El decreto 36-2006 es un reglamento mediante el cual, todas las municipalidades deben colocar plantas de tratamiento para evitar, precisamente, la contaminación, en este caso, del Motagua. Pero debido a la corrupción, utilizan el dinero para otra cosa y después andan pidiendo prórrogas para cumplir el acuerdo«, dio a conocer Gonzáles.
Desde el 2006, cuando se aprobó dicho decreto, han pasado 15 años y las municipalidades «Pidieron hasta la fecha tres prórrogas y no han cumplido todavía con la construcción de plantas de tratamiento», agregó.
3. Privatización del tren de aseo
Como Honduras, Guatemala es un país con mucha pobreza, alrededor del 60 %, incluyendo ya a quienes viven en situaciones de miseria, dijo Gonzáles.
Y precisamente, la falta de recursos económicos es un factor que influye en la contaminación del río Motagua, mencionó, pues el servicio de tren de aseo está privatizado y no todos pueden pagarlo, por tanto, recurren a botar su basura en vertederos clandestinos o directamente en los ríos.
«El tren de aseo que existía hace 50 años lo privatizaron. Antes no costaba ni un centavo, pero ahora, que pase un camión por nuestra casa no cuesta menos de cincuenta quetzales al día, y pues, la gente que no los tiene, no los paga, entonces busca los basureros clandestinos o ve de qué otra manera puede deshacerse de sus desechos», dio a conocer Gonzáles.
4. Solo medidas paliativas
De su lado, y siguiendo la línea de su connacional, Sergio Izquierdo, fotógrafo de NatGeo y fundador de la organización Rescue the Planet manifestó que Guatemala ha fracasado en su promesa de no continuar contaminando Puerto Cortés y Omoa porque las medidas que está poniendo en práctica son paliativas.
Por ejemplo, el expresidente Jimmy Morales, durante su gestión, presentó la iniciativa de las bardas como la solución casi definitiva al problema, pero la basura es tanta que éstas no son capaces de contenerla toda y dejan pasar la gran mayoría, según Izquierdo. Y el actual mandatario, Alejandro Giammattei, lanzó campañas de concientización y también busca instalar una especie de «barco limpia ríos». Pero, para Sergio, ninguna de esas medidas logrará un cambio real.
«Tenemos que dejar de buscar soluciones de maquillaje al final del tubo y buscar soluciones en el origen, como rechazar el plástico de un solo uso. La mejor basura es la que no se crea. Además de eso, la limpieza de playas no sirve de nada, ya que semanas después vuelve a estar igual, y el plástico que se recolecta ya no se puede reciclar», agregó.
5. Pasividad de Honduras
Referente a Honduras, Junior Madrid, presidente de la Comisión Ambiental de Omoa y candidato a alcalde por el Partido Liberal (PL), considera que su país también tiene parte de responsabilidad, pues, a su criterio, no ha presionado a Guatemala como debería.
«Nos sentimos solos, huérfanos, luchando con una problemática que nos afecta«. Honduras ya pudo haber recurrido a instancias internacionales para que Guatemala deje de contaminar sus costas. «Tenemos un gobierno mediocre, que no ha sido capaz de exigir un pronta respuesta a un problema que ya es viejo», sostuvo.
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