HONDURAS. Reuniones de planeación de estrategias, encuentros diplomáticos y promesas incumplidas, desde hace más de una década, Omoa y Puerto Cortés han sido bañadas con toneladas de basura procedente de Guatemala, arrastrada por el caudaloso y contaminado río Motagua.
La primera medida de mitigación del gobierno chapín fue la instalación de ‘biobardas’, las cuales fueron presentadas por Jimmy Morales, expresidente del país, como la solución definitiva para la contención de plástico y demás desechos. Sin embargo, éstas son completamente «inútiles», según Sergio Izquierdo, fotógrafo de NatGeo, ambientalista guatemalteco y fundador de Rescue the Planet.
Ahora, con el actual mandatario Alejandro Giammattei, la problemática continúa siendo igual de grave, la única diferencia es que las promesas han sido más numerosas, pero, a criterio de Junior Madrid, presidente de la Comisión de Ambiente de Omoa, son sólo para apaciguar la molestia de los hondureños.
Por ejemplo, Giammattei lanzó una campaña de concientización llamada «Hacé tu parte». Durante su discurso, el mandatario dijo que era necesario trabajar «unidos» y con «responsabilidad» para conservar la naturaleza. De la misma forma, confesó que su país, Guatemala, cada vez tiene menos bosques y el 80 % del manto freático está contaminado.
Paliativos de Guatemala no funcionan
En septiembre del año pasado, el ministro de Ambiente de Guatemala, Mario Rojas, dijo durante uno de los encuentros con representantes hondureños que «estamos en un 80 % de cerrar un contrato con una organización internacional (The Ocean Cleanup). Esperamos que para octubre (del 2020) ya lo estemos firmando».
Se trata del Interceptor, un barco supuestamente capaz de limpiar los ríos, que funciona con energía solar, por tanto, es amigable con el ambiente. La idea es que éste navegue por las aguas del río Las Vacas y recoja los plásticos, pero, ¿realmente funciona?
Según comentó Sergio Izquierdo a TIEMPO Digital, el «Interceptor» podría no ser capaz de «interceptar» toda la basura del río, pues en invierno, cuando más basura arrastra el río, los plásticos pasarán por los costados.
«Hay plástico que pasa hasta por debajo, y a medida que la corriente suba, menos plástico va a recolectar. Y en invierno, cuando se registra la mayor cantidad de basura, puede hasta sufrir daños, porque los desechos rompen las bardas», mencionó.
Y otra promesa de Guatemala fue la barda industrial, la cual, se avería con regularidad, así lo dicen los propios trabajadores que la operan, pero tampoco se da abasto.
«Atol con el dedo»
Tanto Sergio Izquierdo como Junior Madrid, literalmente, coinciden en que «Guatemala le da atol con el dedo a los hondureños», así lo pronunciaron los dos durante sus respectivas entrevistas con este medio de comunicación.
Sergio Izquierdo
«Todas esas campañas y proyectos son parte de la estrategia de Guatemala para darle atol con el dedo a los hondureños. Es que, nosotros (chapines) somos los que más contaminamos, no los únicos, pero sí los que más», comentó Izquierdo.
Por tanto, para Izquierdo, la solución del problema no está en ninguna de las ideas antes planteadas, sino que, para acabar con la contaminación del río Motagua, hay que rechazar el plástico de un sólo uso.
«Tenemos que dejar de buscar soluciones de maquillaje al final del tubo y buscar soluciones en el origen, como rechazar el plástico de un solo uso. La mejor basura es la que no se crea. Además de eso, la limpieza de playas no sirve de nada, ya que semanas después vuelve a estar igual, y el plástico que se recolecta ya no se puede reciclar», agregó.
Junior Madrid
De su lado, Junior Madrid comentó que, luego de ocho años, Honduras debería exigir a Guatemala, por la vía legal-internacional, que se haga cargo de sus desechos sólidos, plásticos, en su mayoría. Por tanto, criticó la «pasividad» de las autoridades hondureños ante la situación que afecta las costas del país.
«El Gobierno de Guatemala le sigue dando atol con el dedo a Honduras, porque lo que está haciendo no es la solución del problema. Por otro lado, en Honduras tenemos un gobierno mediocre que no ha sido capaz de exigir un pronta respuesta a un problema que ya es viejo», sostuvo.
Como miembro de la sociedad civil, Madrid afirma que los habitantes de Omoa se sienten solos, abandonados por el Gobierno, enfrentando por sí mismos un problema que deberían solucionar las autoridades estatales.
«Estamos indignados con Guatemala, por su falta de voluntad, pero molestos y decepcionados con nuestras autoridades, por no exigir soluciones y no defender los intereses del pueblo», cerró él.
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