San Pedro Sula, Honduras.- Un guardia de seguridad perdió la vida luego de que le cayera encima un portón de la escuela Alfonso Lacayo, ubicada en el sector Rivera Hernández, en San Pedro Sula.
La víctima fue identificada como «Polo», alguien muy conocido en el sector y que por muchos años laboró en este centro educativo.
De acuerdo con los informes preliminares, el hecho ocurrió la mañana de este jueves, cuando el hombre intentaba abrir el portón.
Su cuerpo quedó tendido sobre unos bloques. Varios vecinos corrieron a ayudarle, quitándole el pesado portón de encima, pero debido a las graves heridas ya no tenía signos vitales.
Se le dio aviso a la Policía Nacional y a Medicina Forense, quienes hicieron los respectivos procedimientos. El cuerpo del hombre fue trasladado a la morgue, donde familiares irían a reclamarlo y darle cristiana sepultura.
Varias personas reaccionaron consternadas por el hecho, y lamentaron la muerte de este hondureño que solo cumplía con su trabajo.
«Mi más sentido pésame a la familia de don Polo, para doña Juven y mi compañero Jester, que le tengo mucho aprecio», indicó una persona.
«Que tristeza esa muerte, él deja un legado. Mi más sentido pésame para su familia, una pérdida muy dolorosa», comentó alguien más.
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Otro hecho
Un reconocido empresario fue hallado muerto en la terraza de su vivienda, ubicada en barrio Dolores, en el municipio de Santa Rosa de Copán.
El fallecido fue identificado como «Moncho», propietario de una bodega y varios supermercados en esa ciudad del occidente del país.
De acuerdo con medios locales, el empresario habría muerto por una intoxicación, sin embargo, las autoridades no han confirmado esta información.
En primera instancia, trascendió que el hombre se había quitado la vida de un disparo, pero los familiares descartaron esta versión.
Medicina Forense trasladó el cuerpo de la víctima a la morgue, donde se le realizará una autopsia para determinar su muerte.
Varias personas lamentaron la muerte del hondureño, pues aseguran que era un hombre luchador y trabajador.
«Qué pesar tan grande, tuve el gusto de tratar con Moncho, aparte de ser mi oyente, fue mi buen amigo. Dios lo tenga en la gloria», comentó una persona.
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