HONDURAS. Más de 18 millones de quetzales pagó Guatemala por una barda industrial para la retención de basura que arrastra el río Motagua y que luego llega en grandes cantidades a las costas de Omoa y Puerto Cortés, sin embargo, desde el punto de vista de Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de ese país, la inversión fue un «fracaso» y por tanto hay que exigirle responsabilidades a la empresa que cobró ese dinero.
Para entender desde hace cuánto viene la problemática de dicha barda ubicada en Quetzalito, y que, dicho sea de paso, ha colapsado más de una vez, es necesario retroceder en el tiempo y referirse a la anterior administración de gobierno.
#ComunicadoPDH | El @PDHgt @JordanRodas recomienda a las autoridades pertinentes deducir responsabilidades y buscar la reparación de daños causados al Estado por la fallida adquisición millonaria del “sistema de biobardas” sobre el río Motagua pic.twitter.com/8SDvo6Qzkz
— PDH Guatemala (@PDHgt) August 23, 2021
Origen de las biobardas
Y es que, fue el 10 de enero de 2020, cuatro días antes de dejar el cargo, que Jimmy Morales, junto al ex ministro de Ambiente y Recursos Naturales Alfonso Alonzo, inauguró inauguraron la “biobarda industrial” en la aldea El Quetzalito, Puerto Barrios, para que en invierno retuviera toda la basura que arrastra el río Motagua hacia el mar Caribe.
Según Guatecompras, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) pagó Q. 18 millones 950 mil por este sistema de retención de desechos sólidos flotantes de la cuenca del río Motagua.
Este sistema cuenta con una máquina recolectora de desechos sólidos, equipo para compactar y triturar. Tiene también un generador eléctrico y un sistema de tableros para la operación de la planta.
Más anteriormente, en 2016, Jimmy Morales aseguró que las biobardas, elaboradas con lazo, malla y botellas de plástico que crean una barrera para los desechos sólidos que arrastra el río Motagua, mitigarían la contaminación de las playas hondureñas que viene desde hace más de década.
La implementación de las biobardas fue algo que Jimmy Morales destacó en su tercer informe de gobierno. “Con este sistema se ha logrado detener el 85% de los desechos sólidos que circulan en los ríos», aseguró él.
Los costos de cada una
Según información oficial brindada por la administración de Morales, el costo de una biobarda oscila entre unos Q2,500 y los Q4,000 quetzales (unos 350 dólares)., y actualmente funcionan unas 97, distribuidas en los distintos ríos del país.
Pero a finales de octubre de 2017, antes de la terminación de la barda en Quetzalito que costó 18 millones de quetzales, el Gobierno de Jimmy Morales ordenó colocar otras biobardas río arriba, las cuales funcionaron durante 2018 y 2019, mientras se concluía la obra.
Actualmente hay unas 10 puestas a lo largo de todo el río Motagua, incluyendo la que costó una millonada. Y ni aún así dejan de llegar a Honduras varias toneladas de basura a diario.
¿A quién se responsabilizará?
La PDH tildó de «fracaso» la «millonaria inversión» hecha por el Gobierno de Morales. Además, mencionó a la empresa SINECA – Sistemas, Instrumentación y Energía Centroamérica S. A., como la persona jurídica a la que se le debe pedir rendición de cuentas.
A la Contraloría General de Cuentas, la PDH le recomendó concluir “a la brevedad” la auditoría sobre la adquisición de las biobardas y encaminar diligentemente las acciones administrativas y judiciales que correspondan.
De su lado, el viceministro del MARN, Fredy Chiroy, confesó que la barda sobre el río Motagua más próxima a la desembocadura, había colapsado otra vez, pues es incapaz de contener la enorme cantidad de desechos que arrastra el afluente.
En sintonía con la PDH, aseguró que cobrará fianza a la empresa SINECA. La intención es «que podamos recuperar un porcentaje de lo invertido. Actualmente la biobarda no cumple con el funcionamiento adecuado debido a diversas circunstancias”, dijo Chiroy.
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