HONDURAS. Este día se llevó a cabo la conmemoración de los 224 años de llegada de los garífunas a territorio hondureño, una etnia representativa en el país. Por tanto, en diferentes puntos no «celebraron», sino que conmemoraron, expresaron.
Desde San Pedro Sula hasta La Ceiba, incluyendo Tela, Puerto Cortés y Tocoa, Colón, los garífunas se dieron cita y entre banderas, gritos, cantos, y bailes, manifestaron: «No tenemos nada que celebrar».
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En la ciudad de La Ceiba, se hizo la conmemoración con una marcha por las avenidas principales. Asimismo, hubo un simulacro de la llegada, algunos se subieron a una embarcación, disfrazados, y llegaron hasta la playa, donde los esperaban otros garífunas. Ahí también estuvieron presentes varios representantes distinguidos de la etnia.
La licenciada Jimena Calderón, presidenta de la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (ODECO), sostuvo que se llevaba a cabo la conmemoración de los 224 años de presencia garífuna en Honduras.
Externó que conmemoraban a un pueblo resiliente, que cada día presentaba nuevos desafíos. «Hay 224 años de exclusión, 224 años de abandono, de discriminación racial», agregó.
Explicó que aún queda mucho que hacer, pues algunas comunidades no tienen acceso a suministros básicos, no tienen buena educación o salud. La presidenta de ODECO también hizo un llamado al Gobierno de Honduras para que no abandone a los garífunas.
En diferentes puntos, conmemoraron su día
La conmemoración fue similar en Tela, Atlántida, los afrodescendientes se colocaron en una carretera, donde realizaron bailes, llevaron banderas, y sobre todo exigieron a las autoridades no dejarlos de lado. En especial, hicieron un llamado por sus hermanos desaparecidos.
En la playa de Travesía, en Puerto Cortés también hicieron la conmemoración de los 224 años de la llegada a Honduras. Ahí, varios garífunas subieron a embarcaciones, con algunos ramos, se movilizaron hasta la orilla de la playa, donde con tambores sonaba el característico ritmo de la punta.
En el parque central de Tocoa, Colón, las mujeres garífunas tomaron sus «maracas» e hicieron sus tradicionales bailes, mientras los hombres tocaban sus tambores. Conmemoraron su llegada a Honduras, donde varios espectadores también se unieron.
En tanto, la capital industrial del país, no se quedó atrás, pues en el Parque Central varios líderes y pobladores de la etnia garífuna llegaron, colocaron varios carteles, pusieron música, y en protesta señalaron diferentes puntos.
«La vida de los garífunas también importan», «no tenemos nada que celebrar», «basta ya de criminalizarnos, perseguirnos y asesinarnos», eran algunos textos destacados.
«No hay nada que celebrar»: señalaban los garífunas
Humberto Castillo, presidente de la Asociación de Afrodescendientes en el Valle de Sula (ASAFROVA) indicó ante esta conmemoración que no podían celebrar en ninguna parte del país, ni en el mundo entero.
«Cuando más de 20 dirigentes en los últimos 2 años han sido asesinados, cuando nuestras comunidades en un 90 % están en riesgo de desaparición producto del cambio climático», afirmó.
El representante de la etnia sostuvo que era un cambio provocado, pues estaban realizando obras que atentaban contra los sitios donde habitaban los garífunas. De igual manera, Castillo mencionó sobre las desapariciones de líderes, donde las autoridades no dan respuesta.
Externó que por tales problemas, algunos decidían emigrar, lo que representaba hasta ahora un 60 % de la población que estaba vacía. «Eso da claridad de que, no se puede celebrar, pero sí conmemorar», ratificó.
Humberto Castillo además indicó que era lamentable que el Estado no se pronunciara sobre las desapariciones de garífunas, más aún cuando entes internacionales se han involucrado. Es por ello y más, que la etnia exige ser escuchados, ayudados y no ser abandonados, expresó.
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