TEGUCIGALPA, HONDURAS. Duelo, desconsuelo y tristeza es lo que ha dejado la pérdida del padre Enrique «Kike» Vásquez, y en ese sentido, el obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Monseñor Ángel Garachana, envió un mensaje mostrando su pena ante la falta del sacerdote.
En primera instancia, el obispo comenzó relatando lo sucedido el día de ayer, jueves, cuando encontraron al sacerdote muerto en la morgue de la ciudad industrial.
Asimismo, confesó que la muerte del padre «Kike» le afecta en especial por el acompañamiento que habían tenido. «Esta vez me afecta de una manera mucho más cercana por tratarse de un sacerdote de la Diócesis de San Pedro Sula a quien yo ordené y he acompañado», expuso.
Agregó que «me duele todas las muertes, pero esta de una manera más sólida y entrañable«.
De igual forma, el líder religioso mandó su mensaje de afecto a los dolientes cercanos del sacerdote, «a ellos les expreso mi afecto y, ante Dios, ruego por ellos», expresó.
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Pide dar prioridad a la seguridad
Garachana aprovechó la oportunidad para solicitar a las nuevas autoridades mejorar la seguridad de los ciudadanos y darle prioridad. «Finalmente, pido a nuestras autoridades que la seguridad ciudadana sea una de las prioridades en su gobierno» manifestó.
También pidió al pueblo en general instruir a los menores por el buen camino, respetando la vida de los hondureños.
«Eduquemos a los niños adolescentes y jóvenes en una cultura del respeto a la vida en una cultura de la paz para que el sueño de una Honduras mejor se haga realidad» concluyó.
Muerte del sacerdote Vásquez
El padre Vásquez, fue encontrado sin vida la tarde de ayer, jueves, en la morgue de la ciudad de San Pedro Sula.
El cadáver del sacerdote fue remitido desde un hospital hasta la morgue de de la capital industrial. Según la información de la Policía, el religioso fue ultimado de varios impactos de bala.
Horas más tarde se halló su automotor. El vehículo estaba abandonado en una zona montañosa del municipio de Victoria, Yoro.
Hasta el momento se desconocen más detalles de su muerte. Autoridades de la Iglesia Católica piden a las autoridades de la Policía que se investigue el crimen.
De acuerdo con testimonios, el religioso salió el día de ayer, miércoles, en horas de la mañana de la casa de su madre que se ubica en el municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés. Sin embargo, no llegó a su destino y desde ese momento no supieron más de él.
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