AFP.- Como tantos jóvenes brasileños, Raphael Carlos y sus amigos soñaban con ser futbolistas. Y este año llegaron al Mundial de Catar, aunque de forma inesperada: a través de su coreografía con la que Neymar, Vinicius Junior y otros jugadores de la ‘Canarinha’ celebraron sus goles, para disgusto de algunos.
«La mano hacia adelante, hombro, cabeza»… con letra simple, un ritmo pegadizo de ‘funk’ carioca y pasos de danza ‘estilo TikTok’, la canción «Pagodão do Birimbola» del grupo Os Quebradeiras, ya se había viralizado en esa red social antes del Mundial.
Y cayó en gracia a los jugadores, hasta colarse en las celebraciones de la goleada 4-1 que Brasil propinó a Corea del Sur.
Una actitud que incomodó a más de uno, empezando por el excapitán del Manchester United Roy Keane, quien lo calificó como una falta de respeto hacia el rival.
Te puede interesar: Tras los polémicos “bailes obscenos”, ¿qué pasó con Banda Ibanez?
Rebosar de alegría
«En Brasil bailamos para rebosar de alegría. Ante cualquier cosa, ya estamos bailando… Está en nuestra esencia», explica a la AFP Raphael Carlos «RK», uno de los fundadores de Os Quebradeiras surgido en Niteroi, ciudad vecina de Rio de Janeiro.
Sus cuatro integrantes, de entre 18 y 23 años. Se divierten repitiendo el baile mientras graban videos para promover sus próximos ‘shows’ en una calle del barrio Tijuca de Rio, decorada para el Mundial.
Vestidos con ropa deportiva verde y amarilla -los colores de Brasil-, Gustavinho, LC, RK y Zelé retuercen el torso y las caderas, con una amplia sonrisa.
A sus espaldas, un grafiti con la caricatura del astro Pelé. A sus pies, otro de Vinicius Jr. con la inscripción «Baila, Vini».
Esa frase se popularizó después de que en septiembre, el atacante fuera objeto de comentarios considerados racistas por celebrar bailando sus goles con su equipo del Real Madrid. El presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas le emplazó a «dejar de hacer el mono«, comentario por el que se disculpó.
El baile, «entrañado» en la cultura
Por sus raíces africanas e indígenas, Brasil «está constituido por pueblos que siempre lidiaron con el mundo bailando. No solo para manifestar alegría, sino también dolor, tristeza. El cuerpo que baila está absolutamente entrañado en nuestra cultura», sostiene el historiador Luiz Antonio Simas.
Y cree que la relación entre fútbol y danza, dos pasiones nacionales, va más allá.
«La gran contribución de Brasil al fútbol fue el ritmo (‘ginga’): la ocupación de los espacios vacíos. Gambetear es una forma de bailar», afirma.
Mucho antes de la era TikTok, los brasileños ya eran especialistas en inventar coreografías, presentes en el meneo sensual de los grupos del género «axé» originarios de Bahia (noreste) en los años 1990, o el «passinho» depurado en los concursos de baile ‘funk’ en las favelas cariocas en la década siguiente.
Lee también: Banda Ibanez se disculpa por “bailes obscenos” en carnavalito
Sin contar las centenarias fiestas de carnaval donde desde siempre reina, frenética, la samba.
«Bailar es natural, naces aprendiendo a bailar en las fiestas familiares, siempre hay un funk tocando, siempre bailas«, explica Gustavo Rosa, miembro de Os Quebradeiras.
Desde mucho antes de que él naciera, jugadores brasileños y latinoamericanos celebran los goles de sus clubes reproduciendo la danza de moda del momento, entre ellos Ronaldinho cuando anotaba por el Flamengo, Neymar por el Santos o Sebastián «el Loco» Abreu, en Botafogo.
«Explosión total»
Atribuir el baile a una falta de respeto por el adversario «es un error. La danza es algo muy brasileño, precisan estudiar más nuestra cultura para entender mejor cómo son las cosas aquí», afirma Rosa.
En Doha, el entrenador brasileño Tite respaldó la actitud de su plantel con argumentos similares.
«No voy a comentar sobre personas que no conocen la historia y la cultura de Brasil, nuestra forma de ser», afirmó Tite, quien ante Corea del Sur rompió su habitual compostura y se unió al festejo danzante con algún que otro movimiento después de un espectacular gol de Richarlison.
«Hay gente a la que le gusta quejarse cuando ve a otro feliz, y el brasileño siempre es muy feliz, por eso les molestamos», dijo Vinicius Jr.
Y si es cuestión de soñar… que los jugadores los inviten a bailar juntos para seguir celebrando pese a la eliminación de la selección en el campeonato mundial.
«Hubiera sido una explosión total», imagina Gustavinho.