TEGUCIGALPA, HONDURAS. De la mano de la COVID-19, la muerte sigue azotando a Honduras, y según el presidente de la Asociación de Funerarias, Edwin Lanza, solo en este mes de abril se han registrado 821 decesos por el virus a nivel nacional.
«Sumamos 821 entierros por COVID-19 a nivel nacional, con una gran incidencia que nosotros advertimos en el departamento de Olancho (…) También advertimos que La Paz y El Paraíso son fuentes donde se están mandando bastantes féretros y se están haciendo bastantes entierros», relató Lanza a un medio local.
La cifra podría subir
Lanza también advirtió que es muy probable que a finales de abril, los fallecimientos aumenten hasta las mil muertes, debido la nueva ola de contagios que se ha reportado en los últimos días.
«Nos preocupa esta situación porque a diario se están dando estos eventos a nivel nacional, casi todas las funerarias están en alza. Están haciendo entierros en el interior del país y prácticamente estamos viendo que para cerrar el mes vamos a mantener la media de mil personas enterradas», acotó.
Olancho al borde del colapso sanitario
La autoridad también advirtió que el departamento de Olancho debe ser intervenido, ya que es en ese lugar donde hay más letalidad de COVID-19 de todo Honduras.
«En Olancho se están haciendo de 4 a 8 entierros diarios dentro del sistema hospitalario, pero Olancho es grande; recuerdo que el año pasado mandaron al grupo de respuesta rápida del SINAGER para que vieran cómo estaba la situación en el momento en que estaban habiendo más fallecidos y ellos regresaron, dieron un informe que no fue tomado en cuenta», expresó.
Además, Lanza afirmó que las autoridades de las funerarias ofrecen su ayuda por si el gobierno de Honduras decide intervenir a Olancho.
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De acuerdo a Lanza, ellos serían una gran ayuda, pues cuentan con toda la logística que serviría para crear soluciones de cómo reducir los contagios de la enfermedad respiratoria.
“Nosotros jugaríamos un papel muy importante en la logística porque con el conocimiento que tienen los funerarios en el interior del país le puede servir al gobierno para movilizar a su gente a vacunar y hacer cercos epidemiológicos», detalló Lanza.
Por último, dijo que en el pasado mes de marzo, reportaron 1,100 entierros a nivel nacional, producto de decesos por COVID-19. Sin embargo, enfatizó que él cree que la cifra debe ser mucho mayor, porque las personas están muriendo tanto en las ciudades, como en los barrios marginales.
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