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Aquellos que quieren conseguir su peso ideal buscan la actividad física perfecta que los ayude a lograr este objetivo. Si este es tu caso y quieres probar algo diferente, el yoga puede ser una buena opción para perder esos kilos de más. No creas que esta disciplina es solo para meditar y estirar la musculatura.

Todas las actividades físicas requieren una mínima dedicación diaria o semanal para que el cuerpo cambie y la persona empiece a verse y sentirse mejor.

Esta práctica no es la excepción. Lo importante es que seas constante y disciplinado para ver resultados. Conoce qué posturas hacer y con qué frecuencia.

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Razones por las que el yoga ayuda a perder peso

Al practicar yoga, todo el cuerpo se encuentra en constante movimiento, aunque el nivel de esfuerzo y exigencia varía de acuerdo a las posturas que se realicen. Si tu objetivo es perder peso, debes tener en cuenta que para que esto ocurra es necesario quemar más calorías de las que consumes.

Por lo anterior, es fundamental que, además de la actividad física, revises tu alimentación y evites cualquier comida con alto nivel calórico.

Por ejemplo, una investigación publicada en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine plantea las personas que desarrollan el mindfulness (presencia plena) a través del yoga, suelen evitar el consumo de alimentos poco saludables. Esto, debido a que se reduce la ansiedad y el estrés, principales responsables de los «atracones».

Por otro lado, se dice que esta disciplina física y mental contribuye a mejorar la calidad del sueño. Esto, como lo indica una publicación de National Health Services resultaría positivo para bajar de peso. El artículo señala que las personas que duermen alrededor de ocho horas y reducen sus niveles de estrés tienen el doble de posibilidades de adelgazar.

Posturas de yoga para perder peso

A diferencia de lo que muchos creen, el yoga, además de ayudar a mejorar la salud mental, también sirve para perder peso. Aunque todas las posturas son beneficiosas para mantener el cuerpo en forma,existen algunas más efectivas que otras. Te contamos cuáles son.

La cobra

Con esta postura, el cuerpo quema grasa con mayor rapidez, sobre todo en el área del abdomen, que es donde más se concentra.

Guerrero 1

Al realizar esta postura, ayudas a mejorar el equilibrio y la postura del cuerpo. La mayor parte del trabajo se siente en las piernas, por lo que el ejercicio contribuye a adelgazarlas y fortalecerlas. Otros músculos que se fortalecen con esta postura son los del abdomen.

Saludo al sol

Como seguro ya debes saber, el saludo al sol es una de las posturas más populares y más completas de esta práctica, ya que combina varios asanas que trabajan todo el cuerpo. De esta manera, todos los músculos se tonifican.

Plancha o kumbhakasana

La plancha es un ejercicio que se realiza normalmente en rutinas de abdominales, pero también es una postura de yoga. Esta, ayuda a eliminar la grasa que se concentra en el abdomen y fortalece los brazos, los hombros, la espalda, los muslos y los glúteos.

¿Con qué frecuencia debo practicar yoga para perder peso?

El yoga se debe practicar tal como el resto de los ejercicios convencionales para bajar de peso. Normalmente, realizas entre 45 minutos y una hora de entrenamiento físico con ejercicios cardiovasculares, abdominales, flexiones, entre otros. Lo mismo debes hacer con esta disciplina.

Se recomienda ser muy constante en la práctica y realizarla, al menos, 4 veces a la semana, en sesiones de 1 hora. También, si lo prefieres, puedes practicar todos los días por el mismo tiempo, pero debes alternar rutinas intensas con otras más suaves para no agotar el cuerpo.

Existen dos tipos de yoga para perder peso con mayor facilidad: el Ashtanga y el Bikram. En el primero, las asanas se realizan con mayor rapidez y esto aumenta la sudoración. Por su parte, el Bikram suele practicarse en salones con temperatura de 40 ºC, lo que también aumenta la sudoración y ayuda a eliminar grasa.

Como con cualquier ejercicio, notarás los cambios físicos en unos meses. Lo importante es que seas constante y acompañes tu entrenamiento con una alimentación balanceada. Además, es primordial mantenerte hidratado y beber de 1 a 2 litros de agua al día.