Cortés, Honduras. Pérdidas millonarias y desempleo dejó como resultado un incendio, la mañana de este sábado, en una bodega de zapatos en barrio El Benque de San Pedro Sula, zona norte del país.
El incendio se originó a eso de las 6:20 de la mañana, en primera instancia llegaron tres unidades del Cuerpo de Bomberos, sin embargo, el fuego era muy fuerte y más unidades bomberiles unieron sus fuerzas para controlar el siniestro.
Luego de varias horas de arduo trabajo, las llamas se lograron apagar, pero en horas de la tarde una gran nube negra de humo aún se podía observar desde diferentes partes del la ciudad.
Los bomberiles indicaron a HCH que el incendio fue de gran magnitud y tendrán que estar varios días en la etapa de enfriamiento.
En imágenes difundidas, se puede observar el edificio consumiéndose en las llamas, mientras los bomberos intentan apagarlas con el agua.
El techo de este establecimiento se vino abajo y gran parte de la estructura quedó destruida.
Los apagafuegos tuvieron que abrir un agujero en la pared de este negocio para poder controlar el incendio que comenzó desde el interior.
Vea los vídeos:
Pese a que ya se logró controlar este siniestro, aún no se ha podido determinar qué fue lo que lo ocasionó. Las autoridades informaron que se harán las respectivas investigaciones para dar un informe detallado del hecho.
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Pérdidas millonarias
Hedilberto Bueso, uno de los dueños del negocio, reveló a un medio de comunicación que solo el edificio de la empresa está valorado en más de 15 millones de lempiras.
«Es una inversión de muchos millones, solo el edificio lo tengo valorado en más de 15 millones de lempiras», dijo Bueso a HRN.
«Las pérdidas son millonarias. Ayer (viernes 27 de agosto) descargamos dos contenedores. Hay que confiar en Dios, porque él da y quita, hay que tener fe, son cosas materiales», continuó.
El afectado indicó que tiene más de 25 años de trayectoria con la empresa en la que laboran más de 100 personas.
«Empezamos pequeños, en una tienda y fuimos creciendo poco a poco. Duele porque los empleados están esperando a ver qué pasa y después de Dios confían en uno por el trabajo. Es duro, pero qué se le puede hacer», detalló.
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