Tegucigalpa, Honduras. El Foro Social de la Deuda externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) publicó un informe que establece que el Estado hondureño gastó en armas y municiones más de 10 millones 300 mil dólares en el 2018.
Lo anterior, únicamente registrando las importaciones de enero a noviembre del año pasado. En ese sentido, podrían ser casi once millones de dólares al incluir el mes de diciembre, sin embargo aún no se conoce oficialmente este último dato.
Dicha cifra de importación de armas del Estado hondureño representaría alrededor de 270 millones de lempiras.
De la cantidad de armas que se importan en el país, una mínima parte queda en el sector privado. Lo que según el economista Ismael Zepeda «también es negocio de la Secretaría de Defensa; porque tiene el control de la venta de armas a través de la Armería».
Asimismo, aseguró que la mayor parte de la importación es para el consumo de la Secretaría de Defensa y Seguridad. Lo anterior, en armas, accesorios, bombas lacrimógenas, balas y armas de grueso calibre.
Estado prioriza armas antes de desarrollo
«Ningún país ha alcanzado un desarrollo sostenible gastando excesivamente en armas. El Estado prioriza gasto de armas en vez de otras necesidades de la nación», afirma el FOSDEH.
En ese sentido, Zepeda destacó que el gasto en armas y equipamiento sobrepasa al presupuesto destinado para el sector agropecuario y forestal del país. Además, el de la cultura, el arte, los deportes y los derechos humanos.
Para el caso del sector agropecuarios, la importación de armas sobrepasa el presupuesto asignado a:
- La Universidad de Ciencias Forestales
- La dirección de Ciencia y tecnología agropecuaria
- Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria
- Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente
- Del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola
Por otra parte, la importación de armas también sobrepasa al presupuesto de la Dirección Ejecutiva de Cultura, Artes y Deportes; la Secretaría de Turismo y el Consejo Nacional de Derechos Humanos.
«Por eso nosotros planteamos la pregunta: ¿Tienen las armas algún aporte al desarrollo?», recriminó el economista del FOSDEH. Según Zepeda para responder la pregunta anterior, es necesario evaluar el costo oportunidad además del costo beneficio.
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«El nivel de importación de armas es como si el país estuviera en guerra»
Zepeda explicó que, en este caso, el costo beneficio es el rendimiento que se obtienen de las armas. Mientras el costo de oportunidad es lo que se deja de percibir o de hacer por hacer esta importación de armas.
La importación de armas en el año 2017 fue mayor a las del 2018. Esto, podría ser en anticipación de la situación del país. Pues, es prudente recordar que en 2017, luego de la reelección de Juan Orlando Hernández se desencadenó una crisis en el país.
El economista e investigador añadió que «este nivel de importación de armas es como si estuviéramos en una guerra, en un conflicto bélico. Estados Unidos e Israel son los máximos proveedores. Más de 60% de las armas se obtienen a través de esos países».
