En las prueba de pretemporada de la Fórmula 1 en Barcelona, Ferrari fue el encargado de poner en pista el denominado «concepto Halo», una idea que busca proteger la cabeza de los pilotos ante posibles accidentes tras las recientes muertes de Jules Bianchi y de Justin Wilson y que ha generado gran revuelo en el ambiente y los fanáticos, aunque la mayoría de los corredores la apoya.
Kimi Raikkonen lo utilizó durante una vuelta en el Circuit de Catalunya, lo que permitió ver por primera vez cómo pueden llegar a lucir los F1 a partir de 2017, momento en el cual se planea la utilización de este nuevo elemento de seguridad.
Pintado de negro, el marco busca proteger la cabeza del piloto y cuenta con una sola columna que baja hacia el centro, lo cual ha sido la solución que los equipos y la FIA, ente gobernante del deporte motor en el mundo.
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La FIA ha estado evaluando varias soluciones diferentes de habitáculos cerrados, pero muchas de ellas no cumplían lo requerido.
Una cabina completamente cerrada al estilo de un avión de combate fue otra posibilidad firme, pero además de complicar la extracción del piloto, también tenía el efecto de arrojar hacia arriba los escombros que colisionaban contra ella.
