SAN PEDRO SULA. Como en el pasado la delincuencia y el narcotráfico siguen infiltrando las nuevas instituciones anticrimen en Honduras.
Pero ahora hay una notable diferencia. Esas instituciones parecen haber accionado a tiempo los mecanismos antivirus para detectar esas filtraciones.
Dos casos conocidos esta semana han encendido las alertas de dos instituciones noveles en la lucha contra la delincuencia.
El primer caso ocurrió el pasado sábado 17 de diciembre cuando el propio Ministerio Público reportó los ilícitos y la detención del primer «infiltrado», un experto en comunicaciones.
Sin presentar fotos de él, el Ministerio Público lo denunció a tráves de un boletín de prensa.
El imputado por el MP era nada menos que el Asistente Jurídico de la Unidad de Intervención de las Comunicaciones del MP. Su nombre fue escrito en mayúscula: HERIBERTO ANTONIO GONZÁLEZ MERCADO.
No se sabe cómo y dónde se realizó la captura, pues en esta ocasión el Ministerio Público no replicó anteriores procedimientos. Capturas con mucha prensa como testigo para viralizar su accionar.
El boletín de prensa solo establece que la detención la ajecutaron agentes de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN). También por efectivos de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO).
Asimismo. la orden de captura fue ordenada un día antes, el 16 de diciembre , por un Juzgado Penal con Jurisdicción Nacional.
A González Mercado se le imputo los delitos de ABUSO DE AUTORIDAD, COHECHO PASIVO Y DIVULGACIÓN DE LA INFORMACIÒN en perjuicio de la Administración Pública.
Sin abundar en detalles, el MP estableció que el imputado filtró información a una banda dedicada al tráfico de drogas. Los antisociales eran investigados » con técnicas especiales de investigación», aseguró en su boletín el MP.
Según la acusación, el asistente jurídico le habría filtrado «información a los investigados a cambio de dinero, la que obtuvo valiéndose del cargo que desempeña «. No se dió a conocer que cantidad dinero se le ofreció al funcionario del MP.
Anticipandose a cualquier critica, el MP dejó escrita su posición con respecto a la corrupción dentro de esa institución.
«Las actuaciones ejecutadas muestran la firme posición del Ministerio Público y de las demás Instituciones del Estado», dijeron.
Y esa firme posición es «contra funcionarios o empleados públicos que se coluden con la criminalidad».
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El segundo caso tuvo como protagonista a un agente de la Dirección de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
El agente capturado fue identificado como Mario Santiago Gutiérrez Motiño, de 26 años de edad.
Agente de la ATIC
Gutiérrez Motiño fue capturado por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
En el reporte no establecen si la captura se debió a información proporcionada por la ATIC.
El agente se le encontró responsable de favorecer a delincuentes con su placa de reglamento. También de usar identidad falsa para despistar a las autoridades.
La identificación del imputado es resultado de diligencias realizadas de manera coordinada por la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).
La captura de Heriberto Antonio González Mercado y Mario Santiago Gutiérrez Motiño es una buena señal, pero insuficiente.
Sus detenciones, por el contrario, debería servir para comenzar desde ya a practicar rigurosas y permanentes pruebas de certificación a estos entes anticrimen como la ATIC y la Unidad de Intervención de las Comunicaciones del MP.