San Pedro Sula, Honduras. El distinguido empresario Napoleón Larach Jamis falleció ayer, martes, por la noche, a sus 99 años de edad, dejando un gran legado, único e intachable.
Él fue un reconocido banquero, que vio y ayudó a crecer San Pedro Sula, muy importante en la comunidad árabe y respetado entre muchos.
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Don Napoleón nació el 11 de septiembre de 1924 en la casa de sus padres Emilia Jamis y Juan D. Larach, en el entonces recién inaugurado bulevar Morazán.
Según cuenta Banana Days en una de las entrevistas que le realizaron, en su infancia don Napoleón jugaba y patinaba junto a sus vecinos.
Desprendía decencia, visión y empeño desde sus años como estudiante del José Trinidad Reyes.
En sus años activos fue ejecutivo fundador de una universidad y un filántropo en la creación del Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula.
El hombre de negocios se destacó durante toda su vida por la dedicación y empeño que ponía en cada proyecto.
Se enamoró de Julia Pedro Larach y procreó siete hijos con ella, quienes ahora siguen sus pasos como el gran líder que era.
Durante su vida recibió reconocimientos y lo homenajearon, tanto el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) como la Cámara de Comercio e Industrias de Cortes (CCIC).
El nombre de este gran empresario estará escrito por la eternidad como uno de los más ejemplares hijos de San Pedro Sula.
