TEGUCIGALPA, HONDURAS. El COVID-19, a más de un año de haber llegado a Honduras, sigue cobrando vidas y venciendo a los «héroes» que a diario le hacen frente desde la primera línea en los diferentes centros hospitalarios del país.
La tarde del viernes informaron la muerte de la auxiliar de enfermería, Suyapa Zelaya, quien laboró durante varios en el Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), comúnmente conocido como el Hospital del Tórax.
Doña Suyapa, de 58 años de edad, murió a causa de los padecimientos que genera la COVID-19. Ella estuvo durante varios días luchando por su vida, pero la mortal enfermedad le ganó la batalla.
Informaron que su muerte suma a cuatro enfermeras que perecen por COVID-19 en el Hospital del Tórax y la número 40 a nivel nacional, según el Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys). Además, han mencionado que más de 140 agremiados han perdido la vida por la enfermedad.
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Homenaje y un último adiós
Zelaya hizo una larga carrera como enfermera, laboró en esa área durante 33 años y su muerte deja dolor y mucha tristeza tanto entre sus familiares como en el gremio de la enfermería y todo aquel que tuvo la oportunidad de conocerla.
Deja sus hijos, un nieto y a su compañero de vida, don Miguel Matamoros, con quién estuvo casada durante 35 años.
«35 años, todo una vida, una empresa matrimonial que nosotros teníamos y que pues ya se derrumbó. Muy triste, nos deja un legado de tantos recuerdos que uno a medida pase el tiempo los va ir recordando. Nos deja destrozados a mis dos hijas y a mi nieto que era su amor», contó don Miguel, entre lágrimas y su voz entrecortada.
«Nuestros corazones están partidos por mitad (…) Esperanza era una compañera amigable, respetuosa, alegre. Ella con sus chistes mantenía el turno activo. Con sus pacientes era una persona muy especial», dijo una de sus compañeras.
A doña Esperanza le dieron el último adiós la tarde de ayer sábado. Sus amigos, familiares y compañeros la despidieron del Tórax con muchas lagrimas, aplausos, globos, pancartas y ovaciones el carro fúnebre.
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