COPÁN, HONDURAS. La madrugada de este lunes falleció la «legendaria» doña Toya en Santa Rosa de Copán, conocida por muchas personas por ser la creadora del «Atol Chuco».
La hondureña se destacaba por ser un icono de la gastronomía copaneca. Todos los pobladores de esa zona occidental le tenían cariño y respeto.
Por muchos años, doña Toya deleitó a muchos ciudadanos, no sólo de Copán sino de toda Honduras, con sus exquisitos platillos.
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El fallecimiento de doña Toya ha provocado mucha tristeza, pues, sin ella, probablemente la bebida típica agria a base de elote no será la misma.
Se desconoce la causa de muerte y se reveló que ella tenía unos 80 años de edad.
Doña Toya también participaba en concursos, ferias y cautivaba a todos con su ‘atol chuco’. De hecho, recientemente le habían dado un reconocimiento por toda su trayectoria.
El exalcalde de Santa Rosa de Copán, Juan Carlos Elvir, se pronunció sobre la muerte de la mujer. Él aseveró que conoce de ella desde que era un niño, pues veía sus puestos de comida y aseguró que se convirtió en un icono de Copán.
Una icono
«Cuando digo ‘icono’, lo digo porque fue una persona que todo el mundo la conoce, donde estaba la gente la seguía«, expresó.
Asimismo, explicó que aunque ella se movía de establecimientos, los clientes fieles siempre llegaban donde estuviera. Elvir recordó que siempre tuvo el apoyo de las personas y que su negocio siempre era muy concurrido.
«El famoso ‘atol chuco’ de doña Toya, sé que lo venden en diferentes lugares del país, sobre todo aquí en el occidente. Santa Rosa es muy reconocida por el atol de doña Toya por su sabor, forma de preparación y calidad», explicó.
De igual manera, el exalcalde dijo que se tiene la tradición de decir que «el que pruebe el atol de Santa Rosa y le gusta, realmente es de ahí o que puede tener el pasaporte«.
Elvir también indicó que el atol de doña Toya destacaba porque le ponía «frijoles parados«, semilla de ayote molida y hasta chile.
«La ventaja de un icono es que perdura y aunque ella no esté físicamente, sus hijos y nietos continuarán con el legado de la elaboración del atol. Estoy seguro que pasarán años y la gente seguirá diciendo ‘donde doña Toya’», afirmó.
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