LÍBANO- Casi fue otra tragedia; pero con el impulso de las redes sociales, un vendedor anónimo de bolígrafos en Beirut, Líbano, se convirtió en la historia de éxito de un refugiado sirio.
Cuando la semana pasada Gissur Simonarson, un activista de Oslo, Noruega, publicó una foto de un padre vendiendo bolígrafos en las calles de Beirut mientras acunaba a su adormilada hija en sus brazos, él tocó una fibra sensible y obtuvo más de 6,000 seguidores.
«Es una imagen tremendamente emotiva», le dijo Simonarson a CNN. «Ves la mirada en su rostro y solo la forma en que sostiene los bolígrafos, como si esos bolígrafos fueran todo lo que tiene en el mundo».
En cuestión de horas, le llovieron solicitudes alrededor de todo el mundo para ayudar al comerciante en la foto. Pero Simonarson no sabía quién era el hombre ni quién había tomado la fotografía.
Allí fue donde las redes sociales intervinieron y los activistas le pedían a otros que ayudaran a Simonarson a localizar al vendedor anónimo de bolígrafos con la etiqueta #BuyPens (compra bolígrafos).
Después de dos días de búsqueda y muchísima ayuda, Simonarson ubicó a Abdul. «Finalmente lo encontraron», escribió el activista en Twitter. «Ha llevado muchísimo trabajo, pero valió la pena, ¡ahora ayudémoslos!»
El padre soltero de dos niños estaba abrumado al enterarse que era sujeto de una búsqueda internacional. Su hija de cuatro años, quien había sido vista durmiendo en la fotografía, estaba emocionada y pidió tomarse una selfie con Carol Malouf, una de las activistas que ayudó a encontrar a la familia.
«Reem se me acercó, me abrazó y me pidió tomarse una selfie», escribió Malouf en Twitter. «Qué niña tan encantadora y vivaz. Un modesto hogar lleno de amor».
De inmediato la campaña de los medios sociales cumplió su promesa de ayudar a Abdul, quien había huído de su hogar en Yarmouk, uno de los lugares más asediados en Siria.
Simonarson montó una página de recaudación de fondos exhortando a los usuarios a reunir 5,000 dólares para la familia de tres en apuros.
Tan solo en cuestión de 30 minutos, la campaña #BuyPens alcanzó su meta.
«Creo que esta campaña prueba que la humanidad todavía no se ha perdido =),» tuiteó Simonarson a sus seguidores y los instó a continuar donando en línea.
Fue raro ver una historia de éxito como el resultado de la guerra civil en Siria, la cual ha dejado al menos a 220,000 personas muertas y ha diezmado gran parte del país.
En 24 horas, casi 3,000 personas habían recaudado más de 80,000 dólares.
«Cuando él (Abdul) escuchó la cantidad, tan solo se quebró y comenzó a llorar», dice Simonarson, «estaba tan agradecido y no dejaba de decir gracias a todos por su generosidad».
Abdul dice que finalmente puede mandar a sus dos hijos a la escuela con el dinero. El hombre de 35 años de edad, quien alguna vez trabajó en una fábrica de chocolate antes de que la guerra estallara en su nativa Siria, también dice que quiere ayudar a otros refugiados con el dinero donado.
Él es uno de los cuatro millones de refugiados registrados y muchos de ellos luchan por sobrevivir a lo largo de Turquía, Jordania y el Líbano.
«Gracias a todos los que han puesto una sonrisa en el rostro de Reem y de su padre», escribió un usuario de las redes sociales en árabe, «hemos logrado algo con este caso. Por favor, busquen más casos como este».
Crédito: CNN México