REDACCIÓN. Beirut ha recibido este miércoles con enorme expectación a Carlos Ghosn, expresidente de Nissan que el pasado 30 de diciembre se fugó de la justicia japonesa.
Acompañado por varios guardaespaldas, el antiguo hombre todopoderoso en el sector del automóvil negó acusaciones y dijo ser víctima de una campaña de desprestigio por parte de la empresa para la que había trabajado.
“Por primera vez en 14 meses puedo defenderme y hablar libremente”, dijo, al tiempo que agregó que la decisión de huir de Japón había sido “la más difícil» de su vida.
Por otro lado, Ghosn aseguró que le vulneraron sus derechos en Japón. “He pasado 138 días confinado en una celda en solitario, con 30 minutos de acceso al exterior por día, con acceso a una ducha dos veces por semana y con interrogatorios de hasta ocho horas por día”.
Se debe mencionar que, un día antes de su comparecencia ante los medios, la defensa del empresario arremetió contra Nissan, a quien acusó de fabricar deliberadamente falsas acusaciones para impedir una mayor integración entre la empresa japonesa y Renault.
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Recuérdelo, sobre Nissan y Carlos Ghosn
Al empresario lo detuvieron por primera vez el 19 de noviembre de 2018. Lo acusaron de fraude fiscal, por el que pasó 108 días en prisión provisional.
Ghosn estaba acusado de desviar fondos de la compañía para fines personales, así como de ocultar durante años parte de su salario para eludir impuestos. Por medio de este entramado, el empresario brasileño se habría embolsado presuntamente hasta 9.200 millones de yenes, más de 70 millones de euros.
Tras reunirse el martes con el presidente libanés, Michel Aoun, el embajador de Japón en Líbano, Takeshi Okubo, solicitó una “mayor cooperación por parte de las autoridades libanesas”. Esto, con el objetivo de evitar “repercusiones negativas” en las relaciones entre ambos países.
Al igual que Francia, Líbano no dispone de ley de extradición para sus ciudadanos. Por tanto, Ghosn puede estar tranquilo y saber que no será entregado a la justicia de ese país.
“Este hombre ha sido francés hasta hoy. Solo se acuerda de que es libanés cuando se convierte en un ladrón y es perseguido por la justicia”, protestó en Beirut Hussein Hutet, comerciante de 47 años.
