TEGUCIGALPA, HONDURAS. La semana pasada se registró la muerte de un privado de libertad en la cárcel de mediana seguridad de «Siria», en El Porvenir, Francisco Morazán, un caso que estuvo rodeado de hermetismo hasta que organismos de derechos humanos lo confirmaron.
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) en comunicación con Diario TIEMPO Digital, indicó que el cuerpo del hombre fue encontrado colgado de un lazo en el área de los baños del centro penal de Siria.
Asimismo, Delma Ordóñez, presidenta de la Asociación de Familiares de Privados de Libertad, confirmó a TIEMPO Digital que el hecho aconteció el 3 de junio pero fue hasta días después que trascendió.
La víctima respondía en vida al nombre de David Alexander Ramos Puerto y de acuerdo a Digna Aguilar, vocera del INP, el recluso era exmiembro de la Policía Nacional de Honduras.
Aguilar detalló que hasta el momento se maneja que la causa de muerte del recluso fue ahorcamiento y que lo encontraron cerca de los sanitarios.
El levantamiento del cuerpo se coordinó con la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y Medicina Forense, quienes al mismo tiempo han comenzado con las investigaciones pertinentes en el caso.
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Muertes misteriosas en las cárceles
Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), señaló que este tipo de muertes quedan bajo cierto misterio a lo interno de los centros penales.
Maldonado señaló que estos sucesos acontecen en las cárceles de máxima seguridad, pero luego solo revelan que las causas de muerte son suicidios.
Asimismo, el presidente del CODEH recordó que esta situación es de siempre en los centros penitenciarios de Honduras. Los directores se cubren la espalda y en ocasiones hasta les molesta que los organismos de Derechos Humanos se manifiesten ante estas situaciones, concluyó el defensor.
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