REDACCIÓN. La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo interpuso la iniciativa de prohibir la venta de vehículos impulsados por gasolina y diésel.
Esta medida se estaría aplicando en todos los países de la Unión Europea a partir de 2035, aunque inicialmente se había indicado que sería hasta 2050.
Los analistas indicaron que, si la medida sale adelante, es posible que también se adelante cinco años la completa prohibición de circulación de vehículos de combustión.
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Asimismo, señalaron que 2045 será la nueva fecha límite para que desaparezcan por completo los coches de gasolina y diésel en la Unión Europea.
En la prohibición se incluye a los coches híbridos y también a los híbridos enchufables, que pueden circular más de 40 o 50 kilómetros en modo cero emisiones.
Los vehículos cero emisiones son aquellos que pueden rodar muchos kilómetros sin emitir contaminación. Hay varios tipos de coches catalogados como cero emisiones, y básicamente se clasifican en tres grupos: eléctricos, híbridos enchufables y de hidrógeno.
Hasta el momento se desconoce si habrá una prórroga ante la posible desaparición de los coches híbridos y cuál será la reacción de los conductores.
Impacto en el consumo y empleo
La propuesta de la Comisión de Medio Ambiente fue discutida el verano anterior y esta recibió el voto a favor de 46 eurodiputados y 40 en contra.
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Además, esta comisión presentó una propuesta que incluye un objetivo intermedio de reducción del 55 por ciento de las emisiones contaminantes de los coches nuevos (y furgonetas) en 2030, y reducirlas a cero cinco años después.
Las autoridades indicaron que la propuesta será discutida próximamente, en junio de 2022.
Asimismo, presentaron la petición de que se eliminen las ayudas e incentivos fiscales para la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables.
Debido a que consideraron que ya no cumplen el propósito original y, además, hacen que se pierdan miles de millones de euros en recaudación de impuestos.
Por otra parte, los eurodiputados que se postularon en contra de este proyecto de ley, explicaron que la desaparición de los vehículos de gasolina y diésel podría tener un fuerte impacto en el consumo y empleo de Europa.
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