Redacción. A lo largo de toda la Semana Santa se conmemora lo que fueron los últimos días del señor Jesús en la tierra; pero los más importante y significativos son el Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. En estos días la congregación católica revive su fe y realizan oraciones de sacrificio y arrepentimiento. Además de que asisten a los templos para presenciar la misa del Sacramento de la Penitencia.
El Jueves Santo representa lo que fue la última cena del señor Jesús junto con sus 12 discípulos. Asimismo, el lavado de los pies, la celebración de la eucaristía.
De igual forma, la oración del señor en el monte de Getsemaní. En esa cena Jesucristo les dice a sus discipulados que uno de ellos lo traicionara y otro lo negaran.
Los sacerdotes se reúnen en la iglesias y ofrecen una misa donde consagran los Santos que utilizan en el vía crusis.
Lavado de los pies
Y una Misa vespertina, donde el sacerdote procede a tomar una toalla, una bandeja con agua y lava los pies. De lo anterior, representando así el gesto de Jesús hacía sus discípulos durante la última cena.
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Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre sus discípulos diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros».
Luego coge el cáliz con el vino y dice: «Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados».
La primera Eucaristía termina con Jesús diciendo: «Haced esto en conmemoración mía», lo que la Iglesia Católica considera como la institución del Orden Sacerdotal, otro de los siete sacramentos.
Monte de Getsemaní
por último Jesucristo sube al monte de Getsemaní a orar por sus seguidores y dice en su agónica oración, Jesucristo dice: «Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».