El equipo de Estados Unidos triunfó en casa. Los estadounidenses ganaron 8-0 a Puerto Rico en la final del Clásico Mundial de Béisbol 2017.
En lo que fue su primer título del certamen. Los norteamericanos celebraron en el Dodger Stadium tras dominar los nueve innings del duelo.
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El pitcher inicial, Marcus Stroman, mantuvo intacto a su equipo al eliminar a cada hombre en el bate durante seis entradas.
Eso le valió para convertirse en el jugador más valioso (MVP) de todo el Clásico. Las primeras dos entradas terminaron sin puntos, en un reñido duelo entre bates y manoplas.
Sin embargo, en la tercera apareció Ian Kinsler para mandarse un jonrón que fue traducido en una ventaja de 2-0. A partir de allí se desmoronó la táctica boricua y también su júbilo, ese que se notó con todos sus jugadores con el cabello o vello facial teñidos de rubio. En Puerto Rico la gente se reunió en la Plaza central en San Juan, la capital.
Christian Yelich y Andrew McCutchen lograron aumentar la ventaja en la quinta entrada con un par de pegadas sencillas y aumentaron la diferencia a 4-0.
Fue hasta la séptima entrada cuando un movimiento con el bate de Brandon Crawford cambió la pizarra a 6-0 y, en un sencillo de Gincarlo Stanton, alcanzaron un 7-0. Nada por hacer para los isleños.
En la octava, Nolan Arenado corrió por las bases para el punto de la sentencia, 8-0. El Dodger Stadium se volcó con los suyos, con esas estrellas de las Grandes Ligas que necesitaban un triunfo fuera de sus torneos nacionales.
En el jardín de juego tampoco apareció Yadier Molina, el chico estrella de los St. Louis Cardinals.
Los puertorriqueños perdieron, por segunda edición consecutiva, una final del Clásico. En 2013 perecieron ante la República Dominicana. En ambos duelos definitorios se fueron sin hacer una carrera.