TEGUCIGALPA, HONDURAS. Casi año y medio después del asesinato del abogado Gabriel Eduardo Chacón Larios, comienzan nuevamente a moverse piezas que podrían llevar al esclarecimiento del caso y la consecución de justicia.
Luego de que se consumó ayer la captura de tres supuestos participantes, el Ministerio Público (MP) compartió el relato de los hechos, según las conclusiones que arrojó la investigación realizada.
La cronología indica que Corazón de María Bocanegra Murcia, quien fue la esposa del jurista, quería verlo muerto. Ella misma se habría encargado de coordinar los detalles del plan.
Según el informe, el propósito no se cumplió en un primer ataque. Empero, la mujer persistió en su afán, mismo que acabó con un episodio sangriento en su propia casa de habitación.
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Primer intento
La ejecución de la operación para acabar con Chacón inició la tarde del 26 de enero de 2020, según el relato. Ese día él se conducía en su vehículo Toyota Land Cruiser, color negro, junto a su cónyuge.
Lo que él desconocía es que, a su par, Corazón de María coordinaba vía telefónica su asesinato; intercambiaba información con su hermana Suyapa Guadalupe Bocanegra, dice la Fiscalía.
Además, indica que estaba en contacto con tres presuntos miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13). Se trata de Ronal Edgardo Lagos, Ricardo Antonio Aguilar (alias «El Gordo»), y otro sujeto conocido nada más como «El Conde».
Ese día, «El Gordo» y «El Conde» se encargaron de vigilar los movimientos de la víctima. Ronal Edgardo Lagos, por su parte, fue quien interceptó al profesional del Derecho a la altura de la residencial Las Uvas, describe el informe.
Le disparó en múltiples ocasiones, pero el presunto sicario se cayó del vehículo de dos ruedas, lo que le dio la oportunidad a Chacón de huir. De inmediato, acudió a un hospital porque tenía un impacto de bala en su hombro izquierdo.
Segundo escenario
Casi una semana después, el dos de febrero, Corazón de María no recapacitó y tampoco lo hicieron sus cómplices, expone la línea de indagación de la Fiscalía.
El plan de asesinato se retomó próximo a las 2:00 de la madrugada, cuando el abogado dormía. Adrede, su esposa habría dejado abierta la puerta principal de la vivienda, misma que está ubicada en la residencial Las Uvas.
Pero el MP apunta que ella no solo se ocupó de ese acceso, sino que también dirigió nuevamente la operación vía teléfono con su hermana, una menor de edad y los tres presuntos mareros contratados específicamente para acabar con el jurista
Fueron Ronal Lagos y alias «El Gordo» quienes se encargaron de dispararle a quemarropa, cerciorándose en esta ocasión de no dejarle posibilidades de supervivencia. Seguido, huyeron del lugar en un vehículo tipo pick-up rojo, culmina el relato.
Capturas
Tres días después del hecho violento, el automóvil de escape fue localizado. En ese mismo operativo cayó «El Gordo» con una pistola calibre 9 milímetros; según los análisis balísticos, con ella se atacó en ambas ocasiones al fallecido.
«El Gordo» está ahora bajo auto de formal procesamiento con prisión preventiva. A él se le acusa de asesinato y asesinato en su grado de ejecución de tentativa.
Este domingo (seis de junio), en operaciones simultáneas en Ocotepeque y la capital, se aprehendió a dos personas más ligadas al caso; se trata del supuesto sicario Ronal Edgardo Lagos y Suyapa Bocanegra, cuñada del occiso.
Ronal responderá también por un cargo de asesinato y otro de asesinato en su grado de ejecución de tentativa. Mientras que Suyapa será juzgada por supuesto parricidio y parricidio en su grado de ejecución de tentativa.
Entre tanto, el otro presunto marero, «El Conde» está prófugo. También huye de la justicia Corazón de María, de quien todavía no se aclaró por qué habría estado interesada en el fallecimiento de a quien alguna vez juró amar por siempre.
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