ESTADOS UNIDOS. Los libros infantiles son relatos llenos de alegría, positivos y con mensajes de bondad y, con tales características, es habitual que sus autores sean personas amables, optimistas y buenas, pero muchas veces las apariencias engañan.
Un macabro caso ha conmocionado la zona de Caselberry, una pequeña ciudad situada en el condado de Seminole, Florida. Allí, una autora de libros infantiles se ha vuelto famosa, pero no por el contenido alegre de sus obras. La mujer y su esposo están siendo acusados de haber maltratado a sus hijos.
Años de abusos y torturas
Los implicados son Jennifer Wolfthal, de 41 años, y su marido Joseph, de 39. La mujer fue arrestada el día de Año Nuevo por abuso infantil agravado y negligencia grave, luego de que su esposo llevara a uno de los niños al hospital con signos de desnutrición e infecciones. Finalmente, el hombre también quedó detenido y sobre él pesan los mismos cargos.
Según medios locales, una vez detenida la pareja, la Policía inició una investigación para encontrar pruebas de los abusos cometidos.
De acuerdo a la investigación, al parecer el matrimonio no podía tener hijos biológicos, por lo que en 2014 adaptaron a dos niños y una niña de 8, 9 y 11 años respectivamente.
Pero solo unas semanas después los pequeños serían víctimas de retorcidos castigos y tratos inhumanos por parte de la pareja.
Según lo que dijo uno de los niños, a los investigadores es que, por las noches, cuando dormían, de la nada sus padres les arrojaban agua fría, y que luego los hacían beber de los charcos que se formaban en el piso.
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Horribles traumas
La niña, de 11 años, aseguró que no interactuaba con sus hermanos hace años. También reveló que, como consecuencia del encierro, intentó hacer un seguimiento de los días y los meses contándolos mentalmente.
Además, los niños contaron que los alimentaban solo dos veces al día con una mezcla de cereal, agua y un puré de vegetales. Además, en ocasiones la primera comida la recibían después de las 03:00 p.m.
Expresaron que los castigaban por no ir al baño en un horario determinado, por no hacer sentadillas cuando se les ordenaba, y por orinarse en la cama.
Fue a finales del 2020, que, en uno de sus perversos castigos, se les «pasó la mano» con uno de los niños. Por lo que lo tuvieron que llevar al hospital, pero uno de los doctores que atendió al menor se dio cuenta de las múltiples heridas y cicatrices, por lo que dio aviso a la Policía.
Los niños ya se encuentran bajo la custodia de las autoridades, en cuanto a Jennifer Wolfthal y su pareja, ya están tras las rejas. Se espera que en los próximos días sean juzgados y condenados por sus crímenes.
Fuente: El Tiempo, TN Noticias
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