“La casa de papel” es, actualmente, la serie española de mayor éxito mundial. A principios de diciembre, la ficción de Netflix puso fin a la historia del profesor y la banda que a lo largo de cinco temporadas llevó a cabo dos robos majestuosos: el del oro de la Fábrica de Moneda y Timbre y el de la Reserva Nacional del Banco de España. Dos aventuras no exentas de peligro y obstáculos que terminaron con el profesor (ojo, que aquí hay spoiler) teniendo que acudir al Banco de España para tratar de salvar a sus compañeros.
El trayecto hasta el epicentro del robo llamó la atención de los espectadores, ya que no lo hizo en un vehículo cualquiera. En concreto, utilizó un Escarabajo rojo de Volkswagen que pidió prestado a un fan de la banda. ¿Cuáles son los secretos de este coche clásico? Te los contamos.
La historia del Volkswagen Beetle, más popularmente conocido como Escarabajo, nace en paralelo a la de Volkswagen, ya que este modelo es, precisamente, el primero de la marca alemana. Como apuntamos en el encabezamiento, su aparición responde a un encargo realizado al ingeniero Ferdinand Porsche por parte de las autoridades nazis alemanas en 1933, que querían un coche de cuatro plazas que fuera barato y fácil de fabricar, que alcanzara los 100 km/h y, sobre todo, que tuviera un precio asequible para el gran público.
1938, año cero
Después de varios prototipos, que incluían también una versión descapotable, el 6 de mayo de 1938 se presenta el KdF-Wagen o Volkswagen Tipo 1, pero su carrocería de dos puertas, las particulares formas redondeadas, los prominentes pasos de rueda y sus faros circulares le llevaron a recibir muy pronto el sobrenombre de “Escarabajo”, como también “Vocho”, “Fusca”, “Cucaracha”…
Aquel primer Volkswagen Escarabajo incorporaba un motor trasero de cuatro cilindros opuestos y un litro de cubicaje que desarrollaba 22 caballos de potencia. La caja de cambios era manual, con cuatro velocidades, y la suspensión independiente.
Su éxito, en gran medida por su precio, no tardó en llegar, pero la Segunda Guerra Mundial frenó una expansión que llegaría tras el fin de la contienda, pues empezó a exportarse en 1947 a varios países de Europa a medida que crecía la demanda. Ahí comenzó la leyenda.
Evolución y éxito
Con el paso de los años el Escarabajo fue evolucionando y dando lugar a diferentes versiones, como la Cabriolet de 1949. Aunque el aspecto del sedán original no cambió radicalmente, a lo largo del tiempo se fueron mejorando algunos aspectos importantes, como el capó trasero, el tamaño del parabrisas o la ubicación de la rueda de repuesto, que liberó espacio en el maletero delantero. Por supuesto, también evolucionó la mecánica, que llegó hasta los 1,6 litros de cilindrada y los 50 caballos de potencia.
A mediados de 1955, Volkswagen ya había vendido un millón de unidades del Escarabajo, entre otras cosas gracias a su entrada en EE.UU., donde también se convirtió en un icono. En 1972 se superaron ampliamente los 15 millones de Beetle comercializados, convirtiéndose en el coche más vendido de la historia, superando al mítico Ford T.
El final de Escarabajo original se “estiró” bastante, porque a pesar de que en 1978 dejó de fabricarse en Alemania, la unidad número 21.529.464 salió de la fábrica de Volkswagen en Puebla, México, en 2003, cuando ya se había lanzado incluso el Nuevo Beetle en 1998, modelo que mantuvo el formato clásico pero actualizado a los tiempos. Aunque tuvo un considerable éxito, no fue comparable con el modelo precedente y Volkswagen decidió dejar de fabricarlo en 2019 por su reducida demanda.
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