SALUD. La “epidural” es una de las anestesias más utilizadas en los últimos años, sobre todo durante los partos. Se trata de una técnica muy útil, ya que elimina la sensibilidad, manteniendo a la persona despierta y atenta. No obstante, la anestesia epidural puede tener múltiples efectos secundarios, tanto en la madre como en el bebé.
El trabajo de parto, a pesar de ser un momento hermoso, puede resultar incómodo y doloroso para algunas mujeres. Por ello, la anestesia epidural se ha usado con gran frecuencia en el área de ginecología y obstetricia.
¿Cuándo se utiliza?
La anestesia epidural se utiliza con mayor frecuencia en el área de ginecología y obstetricia. En este caso, lo ideal es administrarla durante la fase activa del trabajo de parto, cuando existe una dilatación de 3 o 4 centímetros y las contracciones son muy frecuentes.
También se utiliza en otros procedimientos quirúrgicos, sobre todo en cirugías abdominales, torácicas y de próstata.
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Efectos secundarios de la anestesia epidural
Los riesgos y efectos secundarios de la anestesia epidural son poco frecuentes. De hecho, una investigación publicada en el 2018 establece que no tiende a alterar el estado de salud de los recién nacidos. Por su parte, no modifica el curso del trabajo de parto ni aumenta el riesgo de cesáreas.
La mayoría de los efectos secundarios presentados son leves y desaparecen por sí solos al cabo de algunas horas. Dentro de las principales manifestaciones destacan las siguientes:
1. Hipotensión
Algunos de los analgésicos administrados por esta vía pueden generar una caída brusca en la presión arterial materna. Este es uno de los efectos secundarios más peligrosos de la anestesia epidural, debido a que disminuye el aporte sanguíneo del bebé, alterando su frecuencia cardíaca y generando sufrimiento fetal.
La hipotensión es un efecto secundario prevenible, por lo que su aparición es poco frecuente en la actualidad.
2. Náuseas y vómitos
Las náuseas y los vómitos se presentan en la mayoría de las personas cuando los efectos de la anestesia desaparecen. De hecho, un estudio publicado en Journal of Anesthesia demostró que todas las mujeres que se someten a cirugías ginecológicas con esta anestesia son propensas a sentir estos síntomas.
3. Prolongación del trabajo de parto
Los medicamentos usados en la anestesia epidural pueden prolongar el trabajo de parto como parte de sus efectos secundarios. Esto se debe a que afectan el músculo liso uterino, disminuyendo las contracciones y la velocidad de dilatación.
El médico deberá monitorizar tanto a la madre como al bebé después de la administración de la anestesia. Así, podrá intervenir de inmediato en caso de ocurrir alguna complicación.
4. Dolor de cabeza
Los dolores de cabeza inesperados son efectos adversos comunes. En el caso de la anestesia epidural, la cefalea tiene una duración variable, pudiendo estar presente por varios días.
El dolor presentado suele empeorar al sentarse o al colocarse de pie, por lo que lo más recomendable es permanecer acostado.
Si este síntoma se acompaña de otras manifestaciones, como alteración de la consciencia o fiebre, lo recomendable es acudir con el especialista cuanto antes, ya que puede tratarse de una infección.
5. Otros efectos secundarios
Los efectos secundarios mencionados son los que se asocian con mayor frecuencia a la anestesia epidural. Sin embargo, existe una serie de síntomas que, aunque se presentan con menor prevalencia, también forman parte de las reacciones adversas:
- Fiebre.
- Zumbidos en los oídos.
- Sabor amargo o metálico en la boca.
- Dificultad para orinar después del parto.
- Dolor o hematomas en el sitio de punción.
- Dificultad para caminar en las primeras horas.
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