Tiene un tamaño de 20×25 centímetros y ha sido bautizada como «la madre de todas las arañas».
El hallazgo de una araña australiana en la granja Bernyard Betty’s Rescue causó total impacto, incluso entre el empleado de control de plagas, quien aseguró que no había visto algo semejante en 17 años.
El arácnido es un «esparásido o araña cangrejo gigante», no utiliza tela para cazar y es capaz de comer hasta lagartijas. Su tamaño se puede expandir hasta los 30 centímetros y tiene la capacidad de dar saltos.
Además, se ha establecido que su ataque se efectúa sólo cuando se siente amenazada y su veneno no es peligroso si lo inyecta en una persona sana.
Así lo destacó la misma joven de la granja quien encontró a la araña, señalando en su cuenta de Facebook que «es una hermosa y tranquila araña. No agresiva en ningún modo y, como la mayoría de las arañas, sólo quería seguir haciendo sus asuntos, comiendo insectos y viviendo en paz. No necesita ser asesinada… Pobres arañas son tan incomprendidas».
Agregó que «todas las criaturas son bienvenidas en la granja Barnyard Betty’s Rescue, ¡no importa cómo se vean!».
Temor
A mucha gente le (nos) dan mal rollo las arañas. Se ha tratado de hallar una causa lógica a la aracnofobia. Como la despoblación que causó una plaga de ellas en Abisinia hace 2.000 años, pero no todo cuadra.
También hubo episodios de histeria colectiva en la Edad Media en el sur de Italia conocidos con el animado nombre de tarantismo o tarantolismo. Que se creían producidos por la mordedura de la tarantola (la tarántula europea).
De ahí la expresión “Ti ha morso la tarantola”, que se usa aún para una persona inquieta. El remedio para la picadura era, creo recordar, y ahí queda el dato útil, bailar la tarantela.