REDACCIÓN.- Trabajadores de la ciudad de Winnipeg, en la provincia de Manitoba, Canadá, hicieron un impresionante descubrimiento. Como si se tratase de una cápsula del tiempo, hallaron una misteriosa nota dentro de una botella que se encontraba bajo la estatua de la reina Victoria.
La botella que contenía un mensaje se encontró mientras se realizaban trabajos de remoción de la base de la estatua ubicada a las afueras de las oficinas del Edificio Legislativo de Manitoba. Cabe señalar que el monumento fue derribado debido a las manifestaciones por el hallazgo de cientos de cuerpos que corresponden a niños indígenas ubicados en terrenos del Estado en aquel entonces.
En 1921 las bebidas alcohólicas estaban prohibidas por la ley. Esta norma se aplicó en Canadá desde finales del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX.
Por esa razón, la persona que escribió la nota se refiere a un impedimento para proporcionar alcohol al remitente que leería la nota. Además, en el texto también se critica la medida.
“Debido a la prohibición, no podemos cumplir con la costumbre de depositar una botella de brandy debajo de la piedra, por lo que lamentamos mucho”, señala la nota, según reportó Reg Helwer, ministro responsable de los servicios gubernamentales.
Se cree que el mensaje se refiere a una especie de costumbre para atraer la buena suerte en la que el alcohol era utilizado como insumo.
Nota misteriosa en Edimburgo
Un hecho increíble sorprendió a una familia de Edimburgo. Esto tiene que ver con un mensaje que no esperaban encontrar bajo las tablas del piso de su propia casa.
Fue Eilidh Stimpson, una madre de familia que quiso mover un calentador de un lado a otro de su casa y contrató un plomero para esta labor. El trabajador inició rompiendo parte del piso y después de hacer un agujero en el suelo bajó las escaleras para contarle a la dueña de casa que había encontrado algo asombroso.
Se trataba de una botella de whisky vacía que estaba escondida bajo el suelo de la casa y dentro del envase se encontraba una antigua nota. La señora Stimpson decidió esperar a sus dos hijos para abrir la botella y descifrar qué era lo que tenía adentro.