REDACCIÓN. El Porsche 917, antes que la marca alemana desarrollara este poderoso auto de carreras, ya había dado vida a otros exitosos modelos en el mundo de la competición como los clásicos 356, el Porsche 911 y el Porsche 550 Spyder. No obstante, para los entendidos el 917 marca un punto de inflexión para la marca y que la posiciona en un siguiente nivel.
Su historia se remonta al sexto mes de 1968. El ingeniero en jefe de Porsche, Hans Mezger, comenzó a trabajar en el proyecto de un auto de carreras que pudiese cumplir con los requisitos exigidos en esos años por la FIA para ser parte de una nueva categoría de deportivos de hasta 5.0 litros con un peso mínimo de 800 kg.
Fue así como en marzo de 1969, aprovechando el Salón del automóvil de Ginebra, Porsche presentó a los medios de comunicación el primer 917. Un impresionante auto de carreras con una carrocería en blanco y verde y un poderoso motor de 12 cilindros que en su mejor momento entregaba 520 CV de potencia.
Ya en el mes de abril de ese año el fabricante de Stuttgart presentó oficialmente en el frontis de su planta 25 unidades de este coche, número mínimo que exigía la FIA para entrar en competencia.
Fue así como la unidad expuesta en Ginebra, el 917-001, fue llevado para participar de los 1.000 kilómetros de Zeltweg, en Austria, donde conseguiría su primera de una larga lista de victorias. Más tarde fue la carrera de Frankfurt donde cambió sus colores de carrocería por el naranja y blanco. Sus distintivos colores azul claro y naranja solo llegarían tiempo después cuando el coche fue patrocinado por la compañía petrolera estadounidense Gulf.
Variaciones del primer Porsche 917
Con el pasar de los meses, los ingenieros del equipo J.W. Automotive Engineering comenzaron a desarrollar diversas versiones sobre la base de la primera unidad (917-001) para mejorar aún más su desempeño en las diferentes pistas de competición.
Fue así como en octubre de 1969 nació el 917K, también conocido como el modelo de “cola corta”. Esta modificación permitió que el auto de carreras mejorara su desempeño en pistas complejas y con muchas curvas al ofrecer un mejor flujo de aire en su parte posterior dotando al coche de una buena carga aerodinámica y mejorando significativamente su estabilidad.
Ambos modelos, «cola corta» y «cola larga», se usaban según el tipo de pista a la que se enfrentaban. Mientras el primero (cola corta) era ideal para pistas tortuosas con muchas curvas, el 917 cola larga era ideal para trazados rápidos donde la velocidad era lo más importante.
Más tarde vería la luz una nueva derivación de este icónico modelo. Se trata del 917 Spyder, un deportivo estilo monoplaza con techo abierto y que podía correr en competencias como la Interserie Europea y la CanAm americana.
Para mantener el peso de todas estas versiones, los ingenieros del 917 usaron materiales tan sofisticados como titanio, magnesio y diferentes aleaciones.
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