Redacción.- Desde el inicio de la emergencia por el coronavirus, se han reportado más de 627 millones de casos de personas con la enfermedad COVID-19. Más de 6,5 millones de personas han fallecido. Entre los recuperados, hay pacientes que quedan con diferentes secuelas.
Un nuevo estudio científico realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, publicado en la revista científica Nature, permitió descubrir que el coronavirus puede alterar el microbioma de los pacientes. Es decir, hace que se reduzca las bacterias beneficiosas y aumenten las más peligrosas.
El microbioma es la comunidad de microorganismos (como hongos, bacterias y virus) que existe en un entorno determinado. En los seres humanos, incluye a los microorganismos que viven en o sobre una parte concreta del cuerpo, como la piel o el tracto gastrointestinal. Estos grupos de microorganismos son dinámicos y cambian en respuesta a diferentes factores ambientales, como el ejercicio, la dieta, la medicación y otras exposiciones.
La investigación también reveló que las especies resistentes a los antibióticos pueden pasar al torrente sanguíneo. Esa alteración aumenta el riesgo de que los pacientes sufran infeccionessecundarias potencialmente mortales.
Se trata de un trabajo que fue dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. Se incluyó a 96 hombres y mujeres hospitalizados con COVID-19 en 2020 en la ciudad de Nueva York y en New Haven, Connecticut. Los resultados mostraron que la mayoría de los pacientes tenían una baja diversidad del microbioma intestinal, con una cuarta parte completa dominada por un solo tipo de bacterias. Al mismo tiempo, las poblaciones de varios microbios conocidos por incluir especies resistentes a los antibióticos aumentaron, posiblemente debido al uso generalizado de antibióticos al principio de la pandemia.
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También se observó que estas bacterias resistentes a los antibióticos encontradas en el intestino habían migrado al torrente sanguíneo en el 20% de los pacientes. Los autores del estudio señalan que es necesario seguir investigando para descubrir por qué este grupo tenía un mayor riesgo de sufrir una infección secundaria. Mientras, que otros permanecían protegidos.
“Nuestros hallazgos sugieren que la infección por coronavirus interfiere directamente con el equilibrio saludable de los microbios en el intestino, poniendo en peligro a los pacientes en el proceso”, afirmó el coautor del estudio y microbiólogo Ken Cadwell. “Ahora que hemos descubierto el origen de este desequilibrio bacteriano, los médicos pueden identificar mejor a los pacientes con el coronavirus que corren más riesgo de sufrir una infección secundaria del torrente sanguíneo”, añadió Cadwell.