ESTADOS UNDIOS, HONDURAS. Por el delito de secuestro y asalto agravado en perjuicio de un migrante hondureño de 21 años se capturó a una pareja que exigía una fuerte suma de dinero a la familia de la víctima por dejarlo en libertad en Texas.
Los capturados son Ricardo Mejía y Amy Regalado. Agentes del Departamento de Policía Rosenberg fueron quienes realizaron el optativo par dar con el paradero del hondureño y de sus secuestradores.
Según la hipótesis policial, el veinteañero tenía planeado ingresar ilegalmente a EE.UU., fue por eso que «negoció» con unos «coyotes» para que lo ayudaran a entrar en territorio estadounidense.
Lo traicionaron
Según se conoció, los «coyotes» sí lo ayudaron a entrar a Estados Unidos, pero una vez llegando a Texas, entregaron al hondureño a una banda de contrabandistas.
Los criminales lo mantuvieron en cautiverio un par días, hasta que decidieron contactarse con la familia del joven en Honduras, exigiendo una gran cantidad de dinero, pues solo de esa manera lo dejarían en libertad.
De acuerdo con la Policía, el pasado jueves recibieron una llamada donde se les decía que unos criminales estaban «vendiendo» a un migrante hondureño, también les dieron detalles del presunto vehículo de los delincuentes.
Ante esa denuncia, se desplegaron varios optativos en Texas, logrando dar con el auto que era conducido por Mejía y Regalado.
«Las agencias locales de aplicación de la ley hicieron un trabajo excepcional poniendo fin a un episodio criminal que abarcó continentes. Es vergonzoso en estos tiempos, en un país que lidera el mundo libre, que la gente sea comprada y vendida como animales», manifestó un oficial.
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Condena
Luego, los detenidos confesaron el lugar donde tenían no a uno, sino a varias personas secuestradas, entre ellas al hondureño.
El muchacho declaró que los criminales lo tuvieron a él y a otro grupo de personas en
diversas casas de seguridad a ambos lados de la frontera moviéndolos de manera
constante de una casa a otra.
Ricardo Santana Mejía, de 34 años, y Amy Amanda Regalado, de 39 años, ya están
detenidos en la cárcel del Condado de Fort Bend, Texas. Asimismo, la pareja podría recibir una condena de 20 años por sus crímenes.
«Esta es la definición del mal», dijo la Policía de Rosenberg en un comunicado subido a las redes sociales. Se desconoce si el joven hondureño permanecerá en los Estados Unidos o si será deportado a Honduras.
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