Alex Gómez, de 36 años, estaba recogiendo basura en el exterior de su rancho en Elisinore, California, cuando se encontró con una serpiente de cascabel.
Al ver que estaba inmóvil, Gómez tuvo la idea de agarrarla para hacerse una autofoto con ella. Pero la víbora resultó ser una criatura de perfil bajo y poco dispuesta a fotografiarse. Así que ante semejante invasión de su privacidad, le propinó un fuerte mordisco en la mano.
A los pocos minutos, la extremidad mordida presentaba una preocupante y dolorosa inflamación. Byron Bonilla, vecino de lugar, llamó a los servicios de emergencia y Gómez fue hospitalizado.
Deborah, madre de Gómez, ha aparecido en varias televisoras locales, mostrándose preocupada por la salud de su hijo pero también furiosa y avergonzada «por su estupidez».
«Cuando vuelva a casa le voy a dar una verdadera lección. No voy a tener piedad», dijo la dama en declaraciones a la televisora KCAL 9, filial local de la cadena CBS.
Si bien el incidente no resultó mortal, todavía existe riesgo de que Gómez pierda parcial o totalmente la mano. Según su madre, la piel que rodea el sitio de la mordedura se ha estado pudriendo».
La serpiente de cascabel produce un poderoso veneno hemotóxico, que causa necrosis en las células y altera la coagulación sanguínea. Unas 800 personas son mordidas por estos ofidios cada año en California.