ESTADOS UNIDOS. El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó esta mañana que en ese país, el pasado 1 de marzo, se aprehendió al supuesto narcotraficante hondureño Geovanny Daniel Fuentes Ramirez.
A él lo acusan de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y también lo responsabilizan de otros cargos relacionados con armas, como uso y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.
Supuesto socio de Tony Hernández
En torno a la detención del presunto narcotraficante, el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, aseguró que el hondureño era socio de Juan Antonio Hernández.
Sobre Geovanny Daniel, supuestamente, «preparó el camino para el envío de cargas de cocaína de varias toneladas, sobornando a la Policía y a un político hondureño de alto rango, e informando directamente a Tony Hernández», fueron las declaraciones del fiscal, según el documento publicado por el Departamento de Justicia.
Lea: EEUU comienza a acusar a co-conspiradores denunciados por AA
Por otro lado, de acuerdo con las evidencias presentada en el juicio de octubre de 2019 en contra de Tony Hernández Alvarado en el Distrito Sur de Nueva York, y declaraciones en audiencia pública durante el enjuiciamiento de Hernández Alvarado, el Departamento de Estado informó que:
«Entre 2004 y 2020 (…) Geovanny Daniel Fuentes Ramirez y otros narcotraficantes pagaron sobornos a funcionarios públicos hondureños, incluidos ciertos miembros de la Policía Nacional hondureña y del Congreso Nacional«, dice el documento.
La Fiscalía de EEUU señaló, a través de su informe, que a partir del 2009, el acusado estableció un laboratorio de cocaína en el departamento de Cortés, Honduras, «donde producían cientos de paquetes de cocaína cada mes», reza el escrito.
Asimismo, la Fiscalía reveló que, según sus investigaciones, la cocaína se transportaba hacia Estados Unidos en avionetas que despegaban desde una pista clandestina en ese mismo lugar.
Su relación con «CC-4»
Más adelante, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, indicó en su informe que, «para proteger estas grandes cantidades de cocaína», Geovanny Daniel y sus trabajadores usaron armas de fuego, incluidas 9 MM, AK-47 y AR-15, «y recurrieron a actos de violencia significativos, incluido el asesinato». Sin embargo, la Policía Nacional una vez allanó el narcolaboratorio del acusado, según la Fiscalía.
Le podría interesar: Mauricio Hernández, señalado como CC-6, se declara no culpable en EEUU
¿Soborno a CC-4?
La relación entre el narcotraficante y el CC-4, según la Fiscalía, inició «en o alrededor del 2013», cuando supuestamente pagó «unos $25,000 a un funcionario hondureño de alto rango al que se hace referencia en la demanda como CC-4″.
El documento indica que la cifra antes dicha se trataría nada más de un soborno «a cambio de protección contra futuras intervenciones de la Policía». Pero más que recibir el dinero, señaló la Fiscalía, «CC-4 expresó su interés en el acceso al laboratorio de cocaína del acusado».
El escrito de la Fiscalía dice que el interés de CC-4 en el narco-laboratorio del acusado se debía «a su proximidad a un importante puerto comercial de embarque«, el cual podría ser Puerto Cortés.
Por tanto, CC-4 le prometió facilitarle el uso de las Fuerzas Armadas de Honduras. Y además, «instruyó (CC-4) a Fuentes Ramirez para que informara directamente a Juan Antonio Hernández Alvarado sobre sus actividades», se lee en lo dicho por el Departamento de Estado.
Sobre TH:
Acusaciones: mismas de Tony
Finalmente, la Fiscalía indicó cuáles son los tres delitos que le imputan al presunto narcotraficante hondureño y las posibles condenas que enfrentaría. Y estos son:
- Conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos.
- Usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos durante, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para fomentar, la conspiración de importación de cocaína.
- Conspirar para usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína.
En caso de hallarse culpable, el acusado, tan solo por el primer cargo, se enfrentaría a una sentencia mínima de 10 años. Mientras que la pena máxima sería cadena perpetua. Por el cargo número dos, podría pasar en la cárcel 30 años como mínimo, o bien, toda la vida, como en el anterior. Lo mismo sucede con la acusación número tres.