El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplicará una política migratoria aún más dura si es reelegido para un segundo mandato, según Stephen Miller, su principal consejero en inmigración.
En una entrevista con la cadena de televisión NBC, Miller señaló cuatro prioridades en la futura política migratoria de Trump.
Esas prioridades serían: límites al asilo, penalizar a las ciudades que amparen a los inmigrantes indocumentados, seguir recortando las visas para ciertos viajeros, y nuevas restricciones a las visas de trabajo.
Además aseguró que «En muchos casos, la solución a los problemas del sistema de inmigración y el restablecimiento de algún grado de sensatez en los programas de inmigración requieren reformar las reglas»
En materia de inmigración, «el Congreso ha delegado muchas atribuciones» al Poder Ejecutivo, agregó.
Miller dijo que a Trump le gustaría ampliar a todo el mundo el tipo de acuerdos para «compartir las cargas». Estos acuerdos estarían firmados con Honduras, Guatemala y El Salvador, por los cuales las personas que procuren obtener asilo en EE.UU. han de aguardar en otros países el curso de sus trámites.
«Si uno creará asociaciones seguras con terceras partes, en otros continentes y otros países y regiones, tendría la capacidad de compartir la carga de los solicitantes de asilo sobre una base global», añadió.
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Memorando de Protección de Migrantes
Bajo un programa denominado Memorando de Protección de Migrantes (MPP, en inglés), desde comienzos de 2019 Estados Unidos ha enviado a México a decenas de miles de personas, en su mayoría centroamericanos, que llegaron a la frontera y se presentaron a las autoridades pidiendo asilo.
Miller dijo que «habrá un gran contraste con una acción realmente agresiva» contra ciudades cuyas autoridades locales que se negaran a colaborar.
Trump dará impulso a un proyecto de ley del senador Thom Tillis, republicano por Carolina del Norte. Se impondría castigos a las jurisdicciones que otorguen santuario e «ilegalizará la práctica» del amparo a los indocumentados.
Por décadas, demócratas y republicanos en el Congreso han sido incapaces de llegar a un acuerdo para la reforma integral del régimen de inmigración. No obstante, hay en el país aproximadamente 12 millones de inmigrantes indocumentados, muchos de ellos totalmente establecidos ya, con familias y negocios.
El presidente demócrata Barack Obama hizo campaña en 2008 prometiendo una legislación de inmigración y contó con mayoría en ambas cámaras del Congreso. A pesar de ello en los primeros dos años de su presidencia, no impulsó una reforma integral del sistema.
El republicano Trump, ha llevado adelante una política agresiva contra los inmigrantes. Sin embargo se opone al llamado E-Verify, un sistema que requiere que los empleadores verifiquen la situación inmigratoria de los empleados que contratan.
Redactado por: Patricia Silva
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