Redacción.- Muchas personas han opinado sobre el video que se difundió de una maestra golpeando a un alumno en la Escuela Armando Gale, en Choloma.
Este hecho se volvió tan viral que la docente fue aprehendida y debió someterse al proceso legal correspondiente.
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En el video que ve a la catedrática sujetando al niño de su camisa. No obstante, el menor se regresa y, además, se ve que esconde unas baquetas, pues, según la madre, él practica con la banda de guerra de esa escuela.
Las imágenes generaron mucha polémica. Muchos ciudadanos dieron su opinión afirmando que «así los habían criado» o que «sin rigor no había buena educación».
Algunos estuvieron a favor y otros totalmente en contra. Es por ello que, Diario TIEMPO contactó con la licenciada en Psicología, Jennifer Sánchez.
La experta señaló, en primera instancia, que sin estar de lado de ninguna de las partes, en Honduras se ha normalizado el tema del maltrato.
Importancia de la comunicación
Por otro lado, afirmó que con el caso de la maestra surgieron diferentes puntos, y uno de ellos era exactamente el de los padres que tuvieron una crianza basada en los golpes o el daño psicológico y que, a raíz de ello, «no se habían convertido en delincuentes».
«La palabra disciplina se tocaba mucho, y el disciplinar no necesariamente tendría que involucrar un acto violento, ya sea físico o psicológico. No se necesita insultar o golpear a una persona para que entienda», explicó.
La licenciada explicó que «somos seres razonables» y, por ende, los conflictos se deben resolver mediante la comunicación.
Por otro lado, expresó que, en cuanto a la crianza, se debe enfocar en otros factores para que finalmente se cumpla con la disciplina y la buena educación.
Algo frecuente en Honduras
«No podemos dejar el trabajo solo a los maestros. Al final, en casa también se le inculcan valores. El hablar a los menores de que cada acción tiene una consecuencia, y es algo que no hacemos», determinó.
Asimismo, la experta sostuvo que muchos padres, para corregir a sus hijos, lo que hacen es golpearlos, lo que se vuelve una costumbre peligrosa, donde el pequeño no entiende qué ocurre.
«Somos una generación con más afectaciones a nivel de salud mental. Si hay indicios de insomnio o ansiedad, se pudieron desarrollar por experiencias de violencia en la infancia o en cualquier otra fase de su vida», añadió.
Para finalizar, la psicóloga comentó que el decir que «un niño se volverá delincuente si no lo corrigen a golpes» es algo erróneo y que debe ser eliminado de la mente de los hondureños.
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