CORTÉS, HONDURAS. Eda Alfaro, es una hondureña que fue encontrada muerta ayer, martes, tras estar más de 20 días desaparecida en Omoa. Ahora, sus parientes lo que exigen es que se investigue y sobre todo que se pueda obtener justicia.
Se conoció que la ciudadana había salido de su casa rumbo a la iglesia, pero desde ese momento, sus familiares no volvieron a saber nada de ella.
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Fue hasta ayer, martes, que las autoridades reportaron sobre el hallazgo de un cadáver en un solar baldío en el barrio El Faro, en Puerto Cortés.
De inmediato los miembros de la familia de la mujer, se movilizaron y al llegar a la zona lograron confirmar que se trataba de ella.
Ante ello, los familiares de la hondureña brindaron declaraciones el medio Hoy Mismo. Expresaron que exigen justicia, pues en reiteradas ocasiones habían pedido ayuda a las autoridades y no les prestaban atención.
Un dolor inexplicable
Entre lágrimas y casi sin poder hablar, con un nudo en la garganta, don Nicolás, padre de Eda, manifestó que ella era la hija que le ayudaba en la casa.
«Es duro esto, para uno de papá, es duro perder una hija, solo Dios sabe qué fue lo que pasó», precisó. Por otro lado, el señor contó que él tenía la esperanza de encontrar a Eda con vida.
«Que las autoridades pongan su mano, para tener justicia. No es justo que esto pase, porque todos somos humanos, de carne y hueso, todos sentimos el mismo dolor», añadió.
Dilcia, prima de Eda, también relató que ellos estuvieron realizando diferentes actividades para poder presionar a las autoridades, pues no sabían nada de la hondureña.
«Nos tiramos a la calle, para pedir justicia y que se esclarezca este caso. No somos familia de tener problemas, ella salía tranquilamente por las calles de Omoa, ella en ningún momento dijo que tenía amenazas», añadió.
Una herida marcada
Igualmente, María, hermana de Eda, explicó que hicieron todo lo que pudieron, pero no obtuvieron respuesta a tiempo.
«Lamentablemente la situación terminó así, la familia siempre tendrá la angustia, porque no sabemos qué pasó con ella, porque somos una familia de bien, que no tenemos problemas con nadie, no somos problemáticos», profundizó.
Además, externó que ellos se preguntan «¿por qué sucedió eso?».
«Ella deja un niño, que el domingo cumplió 13 años, no le pudo celebrar. Es una herida que queda marcada, que le arrebaten la vida a un ser querido, no sana», determinó María.
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