EL SALVADOR, HONDURAS. Luego de trascender que el presidente electo del El Salvador, Nayib Bukele, no invitará a Juan Orlando Hernández a la toma de posesión, el ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, se refirió al tema y calificó de “agresivos” los pronunciamientos de Bukele.
De acuerdo a Díaz, las últimas declaraciones del mandatario salvadoreño únicamente confirman su línea ideológica.
Vía teléfono, a través de un programa de televisión, el funcionario hondureño manifestó que ellos tienen la obligación de hacer una lectura política regional. Pues, Díaz aseguró que les preocupa cuál será la postura del presidente electo de El Salvador en el tema de las maras y pandillas.
A efecto de eso, dijo que se deben mirar con cuidado las versiones periodísticas de los presuntos pactos de Bukele con maras y pandillas. Ya que en Honduras supuestamente se arrestan a salvadoreños que son integrantes de estos grupos delictivos.
En ese sentido, el ministro lamentó que el gobernante salvadoreño se refiriera a Honduras como un “narco estado”. Díaz calificó esas declaraciones de “injustas”.
Para finalizar, el personero del Poder Ejecutivo consideró que esas acciones solamente van encaminadas a tener un provecho económico.
Nota relacionada: JOH no asistirá a toma de posesión de Nayib Bukele
Bukele responde a las primeras declaraciones de Ebal Díaz
Cabe recordar que días atrás, Bukele respondió las primeras declaraciones realizadas por Díaz. En su cuenta personal de Twitter, Bukele escribió:
«Parece que la narco dictadura de Honduras teme por la erosión de su apoyo en Estados Unidos. Hace bien. Pues tener un hermano preso por narcotráfico no le ayudará en sus pretensiones políticas a futuro».
Así contestó el presidente salvadoreño luego de que Díaz publicara en Twitter señalamientos periodísticos que lo vinculan de haber tenido supuestos pactos con maras y pandillas cuando fungió como alcalde de San Salvador.
Respecto al tema, algunos sectores de la sociedad hondureña dan razón al cuestionamiento. Sin embargo, advierten que se debe tener cuidado con los reclamos para no aumentar intenciones históricas.
