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viernes, noviembre 22, 2024

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. En su discurso de toma de posesión y durante toda su campaña, la presidenta Xiomara Castro aseguró que en su gobierno habría más apertura y espacio para la comunidad LGBTI.

La promesa se vio con buenos ojos por parte de la comunidad, pero a otros no les pareció tanto. En su mandato se está cumpliendo darle oportunidades a las personas abiertamente LGBTI.

En Honduras, durante años, ese grupo se ha visto vulnerado y violentado debido a la intolerancia de algunos ciudadanos, pero aún así intenta salir adelante.

Dylan Valentín Duarte, de 31 años de edad, originario de Comayagua y médico de profesión, marcó la historia de Honduras al convertirse en la primera persona trans en ocupar un cargo estatal.

Dylan Duarte
Dylan Duarte es la primera persona trans en ocupar un cargo estatal. Se le reconoce su nombre asumido.

El joven hondureño labora en la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS), en donde se le reconoce su identidad de género y su nombre Dylan.

El joven se ha enfrentado a distintas adversidades debido a su transición, pero día a día demuestra de qué es capaz. Dylan Duarte abrió su corazón y contó más de su vida, proceso e historia a Diario Tiempo, demostrando que es un hondureño de gran corazón y con ganas de ver un país más inclusivo.

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¿Quién es Dylan Duarte?, ¿dónde nació, ¿cuántos años tiene?

Nací en Comayagua, pero crecí, viví y estudié en Siguatepeque, de donde siempre digo que soy. En la actualidad tengo 31 años, soy hijo de un padre soltero, él ya está casado y me llevó muy bien con mi madrastra y también con mis hermanos.

¿Cómo Dylan se va dando cuenta de su preferencia sexual?

Realmente no me di cuenta, sino que siempre sentí que no encajaba con el género femenino, que mi familia y la sociedad me había asignado desde que nací.

Recuerdo que cuando tenía seis años, en un cumpleaños, me mostré como muy a la defensiva y estaba muy molesto y muy triste, porque siempre para mis cumpleaños me compraban ropa y me habían comprado un vestido azul, y mi mami me dijo que me lo tenía que poner.

Allí me tomaron fotos y luego mi papá me encontró llorando. Estaba muy triste y sólo recuerdo que le dije a mi papá que quería unos jeans y una camiseta de dinosaurio.

Dylan Duarte
Dylan ha pasado por todo un proceso en su transición, la cual le ha dejado muchas experiencias.

Todo inició en la niñez

Mi papá me los fue a comprar y, desde entonces, tanto mi papi como mi mami, que es mi abuela pero yo le digo mami, nunca me obligaron a ponerme vestidos o faldas. La única vez que me obligaban era cuando tenía que ir a la iglesia los domingos, pero el resto de la semana yo andaba en shorts, pantalones y camisetas.

Desde pequeño me di cuenta que no encajaba con el género femenino. Fue hasta que tenía 27 años que terminé de aceptarlo, porque en el 2016, cuando yo tenía 26, comencé a ver información al respecto.

Recuerdo que puse en Google «Niñas que se sienten niños» y me empezó a salir toda esa información, porque realmente nunca encajaba con ser una lesbiana masculina o una lesbiana así, para mi esa palabra siempre fue muy grotesca.

De ese modo, fue hasta mis 27 años que decidí dar el paso y empezar primero a aceptarme a mí y luego ir de manera paulatina.

Dylan
Dylan es un joven apasionado por su carrera y por la ciencia.

¿Cómo fue todo ese proceso?, ¿hubo apoyo de su familia?

El proceso ha sido muy difícil, antes de aceptarme, durante y después de hacerlo. Mi familia me apoya, mi familia en realidad no sabe que yo soy una persona trans porque yo lo haya dicho, sino porque lo que se ve no se pregunta.

Sin embargo, cada vez que intento tener la conversación, mi mami me dice «no, no, no vamos a hablar de eso», pero no porque me rechace, sino porque mi mamá siempre es una persona que se ha mostrado a favor de la comunidad LGBTI a través de su religión.

Dylan Duarte
Dylan agradece a sus compañeros de labores por respetar su nombre asumido y orientación.

Para mi mamá es una caga emocional muy fuerte, porque implica aceptar que a una persona que ella ama mucho le pueda ocurrir algo afuera por el simple hecho de ser de la comunidad LGBTI.

Mi papá lo sabe y no tengo rechazo de ninguno de ellos, sólo que no es un tema de conversación. Pero nunca he sufrido abusos o he tenido discusiones con mi familia por eso.

¿Cómo ha sido sobrellevar el cambio de género en su carrera profesional?

Hacer la transición de un género a otro en Honduras es muy difícil, no sólo en Honduras, sino que en muchos países América Latina.

La única ventaja es que en Honduras no es penado por el Estado como sí en otros países. Pero, aún así, vivimos en una sociedad extremadamente violenta, conservadora, religiosa y que nos juzgan y nos señalan, nos dicen que somos bichos raros, que no tenemos derecho a vivir.

Nos persiguen, nos amenazan, nos maltratan, nos violentan de un montón de formas e incluso nos matan. No es un secreto que las mujeres trans en Honduras son asesinadas con mayor frecuencia en comparación con el resto de las personas de la comunidad LGBTI.

En mi carrera, la verdad, yo ya me había graduado, yo me gradué en el 2014 y la transición la inicié en el 2019. Fue difícil al principio, porque en uno de los hospitales me conocieron antes de mi transición.

Luego yo salí del hospital e hice un viaje, regresé, entonces mis compañeros y colegas médicos me comenzaron a respetar como Dylan.

Dylan Duarte
Dylan estudió la carrera de Medicina en Cuba a través de una beca.

Problemas profesionales

Sin embargo, si me he visto violentado por el Colegio Médico de Honduras (CMH). Yo sé que mi nombre legal es uno y que no me lo puedo cambiar en Honduras. Pero, el hecho de decirme mi nombre legal en medio de muchas personas que me visualizan como lo que soy me genera muchas crisis de ansiedad y muchos ataques de pánico.

El CMH, a pesar de mi pedido, no ha respetado eso. Es algo que tengo pendiente, traté de conversar con la Junta Directiva, porque no soy la única persona trans médico en Honduras, somos dos hasta donde tengo conocimiento.

Me parece muy injusto que un colegio se muestre renuente a las peticiones de las personas LGBTI agremiadas.

¿Cómo se sintió tras haber tomado esa importante decisión?

Sentí un motón de cosas, fue una sensación bien agridulce, porque me sentía muy feliz, muy libre, pero toda la carga hegemónica que conlleva hacer una transición es bien complicada.

Entonces, por un lado, está mi libertad, ser yo, sin miedo al qué dirán las personas, porque al fin y al cabo soy yo y no tengo que darle explicaciones a nadie. Pero, por otro lado, está cuál es el impacto de mi transición, no solamente en mí, sino también en las personas que me rodean.

Todavía es muy prejuicioso. Yo me siento bien conmigo mismo, pero siempre tengo días y momentos en los que quiero dejar todo y hasta ganas de morirme.

Dylan
El joven hondureño es un fiel defensor de la comunidad LGBTI.

¿Cómo fue la inclusión para Dylan cinco años atrás?

La inclusión para Dylan hace cinco años fue bien difícil, porque primero tenía que socializarle a mis amistades y a las personas que me rodean que mi nombre es Dylan, que mis pronombres son él y mi género es masculino.

No lo entendieron y continuaron llamándome por un nombre que no me representa. Al principio lo entendía, porque a mí me tomó mucho tiempo aceptarme como soy, también a mi familia, por tanto, a los demás les iba a costar.

También en los espacios sociales y regulares, incluso hubo personas que me dijeron, «no, vos para mí siempre fuiste tal persona, entonces así te voy a llamar», y ponían sus decisiones por encima de las mías.

Eso es violencia simbólica, no física pero sí psicológica, porque se le está llevando la contraría a algo que le lastima. Eso fue para mí super complicado.

Choques familiares

De tres meses hacia acá ya ha sido muy diferente. Incluso, en 2021 y 2022 fue cuando comencé a ver todos esos cambios. El año pasado fue la última vez que permití que una persona violentara mi identidad de género, una persona muy cercana a mí porque es de mi familia.

La situación llegó al grado de acoso y de insistir que me debía llamar de una forma, porque ella toda la vida me había conocido así, a pesar de que entre lágrimas y con todo el amor que le tenía le dije que si mi mamá y mis hermanos me respetaban por qué ella no.

Ella insistía en llamarme con un nombre que no me representa, y llegó al grado de crearme un trastorno de estrés e incluso de tener miedo de encontrármela en la calle.

Dylan Duarte
Dylan también es un apasionado por la lucha social y voluntariado a favor de los más necesitados.

¿Cómo ha sido la inclusión de tres meses hacia acá?

De tres meses hacia acá ha sido muy bonito. Mis amistades, parte de mi familia y demás han respetado siempre mi identidad de género, pero que en un espacio laboral reconozcan mi nombre asumido, mis pronombres y mi identidad de género, para mí ha sido algo super lindo.

Es algo que me hace sentir super orgulloso y también entender que esto es parte de la lucha que lleva la comunidad trans en Honduras. Esto es algo que crea un precedente para que las demás personas LGTBI.

Eso es lo que ha estado haciendo la SEDIS, respetar la identidad y orientación sexual de las personas de la comunidad LGBT que forman parte del despacho.

Es algo muy positivo, porque, por primera vez en la historia, el Estado de Honduras está cumpliendo lo que prometió.

¿Qué significa ser la primera persona trans que trabaja en el gobierno?

No sé si sea la primera persona trans que trabaja en el gobierno, pero sí soy consciente de que soy la primera persona trans que tiene nivel de visibilidad en la SEDIS, ahora llamada secretaría de Desarrollo Social (SECREDES).

Soy la primera persona trans a la que el Estado de Honduras reconoce su nombre asumido y permite que trabaje con ese nombre. Es una carga bastante fuerte, porque es un precedente para alcanzar la ley de identidad de género, una ley que no existe en Honduras.

No sólo implica el cambio de nombre, sino también un cupo laboral, en salud, en educación, que son derechos violentados de manera histórica en Honduras.

Canet Dylan
Dylan es el primer hondureño trans al que el Estado le reconoce su nombre asumido.

¿Qué sintió cuando se le reconoció su identidad de género en SEDIS?

Honestamente, cuando me contrataron en la SEDIS me habían dicho que existían probabilidades de que me reconocieran el nombre asumido, pero yo estaba contento sólo con la contratación, porque ya llevaba más de dos años sin trabajo y eso me tenía frustrado.

Cuando ya inicié a trabajar en la Secretaría, me citaron el ministro y la directora de la dirección en la que estoy, me tomaron la fotografía de mi carné y me dicen «Dylan, tu carné de empleado va a llevar tu nombre asumido».

Hay personas claves que saben cuál es mi nombre legal dentro de la Secretaría, pero aún sabiéndolo, para ellas soy Dylan.

Cuando ya me entregaron mi carné con mi foto y miré mi nombre, me quedé viendo el carné como por 10 minutos, recuerdo que se lo envíe a Andrea Sofía y a dos personas más. Sólo recordarlo me dan ganas de llorar.

Dylan Médico
El proceso de transición no ha sido fácil.

Ese fue un momento muy importante para mí, porque no estamos hablando sólo de que se le da trabajo a una persona trans, sino reconociendo la identidad de género de una persona trans.

Fue muy muy importante, fue un momento que creo que ha sido uno de los mejores de mi vida.

¿Desde tu trinchera, qué seguirá haciendo por su comunidad?

Yo sigo y seguiré desde mi trinchera luchando por la comunidad trans, para mí también ha sido muy difícil esa transición de dejar mi activismo y defensoría de derechos humanos.

Sin embargo, en mi tiempo libre sigo luchando por mi comunidad, sigo abogando por ellos y lo seguiré haciendo mientras me alcance la vida. Yo sigo peleando por la ley de identidad de género, voy a seguir peleando por la inclusión de las personas en los espacios laborales y voy a seguir defendiendo la identidad de las personas.

No puedo taparme los ojos y decir que porque ya tengo un trabajo en el gobierno ya no me importan. ¡NO! Al contrario, estar en ese puesto para mí significa que tengo una gran responsabilidad como persona trans.

Es lo que yo pretendo hacer y voy a seguir luchando por la inclusión de la comunidad en todos los espacios de los que se nos ha excluido.

Dylan
El joven seguirá luchando por los derechos de su comunidad.

Un mensaje para la población

La población en general en Honduras vive muy atada a la heteronormatividad, impuesta de manera histórica. Esto significa que para la población en general de Honduras, como el mundo, la única orientación válida es ser heterosexual.

Es caer en ese binarismo de género, de ser mujer o ser hombre. Y utilizan la «Biología» en nuestra contra para decir que es algo antinatural, pero la misma biología y otras ramas científicas afirman que eso de «antinatural» es una falacia.

Es algo que no es cierto. El sexo no es binario, hay personas intersexuales que antes se llamaban hermafroditas. La orientación sexual no es heterosexual, esa diversidad en la orientación existe desde antes de la colonización y fue la iglesia la que vino a imponer que la heterosexualidad es la única orientación válida.


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