¿Qué es más recomendable, dormir con el estómago vacío o lleno? Existen ciertas voces a favor y otras en contra, pero para saberlo se debe conocer primero qué ocurre con nuestro cuerpo cuando elegimos una opción o la otra.
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Dormir con el estómago vacío
Muchos creen que irse a la cama sin comer es una buena solución para adelgazar, pero esto es incorrecto. De hecho, numerosos estudios asocian la obesidad a una mala calidad del sueño, posiblemente producida por irnos a la cama sin comer nada.
Esta creencia equivocada se basa en la hipótesis de «todo lo que cenamos, engorda». Por ello se indica que es mejor ir a la cama sin comer.
No obstante, dormir con el estómago vacío o con hambre asegura una noche sin pegar ojo o dormir muy mal. Al otro día, las consecuencias serán más graves de lo que piensas, sobre todo si esta conducta la repites a diario.
Consecuencias
Esta práctica puede provocar, como consecuencia, lo siguiente:
- Pérdida del sueño.
- Tener hambre hace que el cerebro se mantenga en estado de alerta.
- Cuando no duermes lo suficiente, el metabolismo basal disminuye.
- Asimismo aumentan los niveles de grelina. Esta es una hormona que estimula el apetito, provocando que al levantarte comas con más desesperación, sin medir las cantidades ni lo que estás ingiriendo.
- O bien, puede que nos levantemos a la madrugada a «picar» algo. Esto no será bueno para nuestro organismo. Pues en lugar de escoger una manzana, preferiremos las sobras de la comida o algo frito.
- Ir a la cama sin comer o con hambre provoca que duermas menos y es negativo si quieres construir músculos. Pues, cuando el cuerpo está privado de nutrientes durante varias horas rompe los músculos para obtener energía.
Como siempre se dice, los extremos no son buenos. Lo que se aconseja es comer y dejar pasar algunas horas una vez que finaliza la cena hasta que nos acostamos.
Si ya es una hora muy avanzada como para cenar, no cometas el error de no probar bocado. Puedes optar por alimentos más ligeros, como sopas, un yogur con cereales, un té con tostadas, etc.
Si muchas veces te ha ocurrido que llegas tarde del trabajo o la universidad y te preguntas si te conviene cenar a esa hora o mejor «seguir de largo» e ir directo a la cama, no lo dudes. Simplemente, bajo ningún punto de vista vayas a dormir con el estómago vacío.
Dormir con el estómago lleno
Ahora bien, en la vereda contraria a dormir con el estómago vacío, están aquellos que se atiborran de comida en la cena y luego se van a la cama pareciendo que pesan cinco kilos más.
Cuando llenas tu cuerpo con comida, ésta se acumula en el estómago, órgano encargado de producir enzimas y ácidos para hacer la digestión. La sangre va directo a esta zona y puede que te sientas con ganas de dormir. Sin embargo, debes esperar un tiempo prudente para ir a la cama.
Como ya hemos comentado con anterioridad, el tiempo de espera entre terminar de comer e ir a dormir debe ser de una hora y media a dos horas, por lo menos.
En este sentido, puedes aprovechar ese lapso para lavar los platos, leer, estudiar, mirar un poco de televisión (tampoco demasiado), charlar con tu pareja, ordenar la casa, preparar la ropa para el otro día, etc.
Descansar después de comer sí es necesario, pero no es lo mismo que dormir.
Desventajas
Comer mucho e ir a dormir inmediatamente, puede traer las siguientes desventajas:
- Sobrepeso.
- Aumento de la posibilidad de sufrir reflujo, especialmente si el menú es alto en calorías y grasas.
- Probabilidad de sentir acidez, sensación de «fuego» en el esófago.
- Problemas para conciliar el sueño.
El metabolismo es más lento durante la noche, la digestión tarda más en efectuarse. Por lo tanto, es recomendable abstenerse de grasas saturadas. Pues, lo único que logran es una digestión pesada, además de gases y molestias para dormir.
Pero atención, la cena por sí sola no engorda. Depende de las cantidades y los alimentos que se ingieren a la noche.
Es preferible una cena rica en carbohidratos y baja en proteínas. Sin embargo, lo ideal es comer más frutas y vegetales por la noche y dejar de lado los azúcares, los fritos y las harinas.
Otros aspectos
- De acuerdo con los expertos en el tema no hay problemas con bañarse después de comer, siempre y cuando el agua no esté demasiado caliente o fría y no se tarde mucho en la ducha.
- Lo que no es recomendable es nadar. Porque hay una competencia en la irrigación sanguínea, entre los músculos del sistema digestivo y el de los miembros inferiores y superiores. Por ello es que suele haber calambres.
Fuente: Mejor con Salud.
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