REDACCIÓN. El dolor por gases llega a ser sumamente molesto en algunos casos, al punto en que puede volverse insoportable. Incluso, no es raro que los médicos lo confundan con una apendicitis, cálculos biliares o, a veces, con un problema cardíaco.
La aparición de gases es normal durante el proceso digestivo. Se estima que una persona expulsa, en promedio, entre 13 y 21 gases por día, mediante eructos o flatulencias. El dolor por gases sobreviene cuando estos quedan obstruidos.
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Por lo general, el dolor por gases no se considera un problema grave y suele solucionarse con tan solo pequeños cambios en la dieta. Sin embargo, también hay casos en los que esto es un síntoma de un problema de salud más grave.
Todo lo que debes saber sobre los gases
Los gases se forman en el intestino grueso o colon, por acción de las bacterias. Estas fermentan los hidratos de carbono que no se digieren en el intestino delgado. Los carbohidratos comprenden algunos almidones, azúcares y fibra.
Los gases se forman por diversas causas. Entre ellas se encuentran algunas como las siguientes:
- Tragar aire. Sin darse cuenta, las personas tragan aire al comer o beber. Ese aire habitualmente queda en el estómago y se libera luego mediante los eructos.
- Alimentos con alto contenido de fibra. Estos aumentan la producción de gases. Dentro de ellos se encuentran los fríjoles, verduras, frutas y granos integrales.
- Bebidas carbonatadas. Las gaseosas o cervezas incrementan la producción de gases.
- Suplementos y sustitutos del azúcar. Los suplementos de fibra y los edulcorantes artificiales también incrementan la producción de gases.
- Hábitos inadecuados. Comer demasiado rápido, masticar chicle o beber con pajita, entre otros, son hábitos que llevan a tragar más aire y provocar más gases.
- Trastornos médicos. La enfermedad intestinal crónica, las intolerancias alimentarias, el estreñimiento y el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado también son causa de elevada producción de gases.
- Uso de medicamentos. Algunos fármacos alteran la flora intestinal e incrementan los gases.
El dolor por gases
El dolor por gases tiene lugar cuando los mismos se quedan atrapados o no logran moverse fácilmente por el sistema digestivo. Este dolor es agudo y muchas veces se acompaña de calambres en la zona abdominal, sensación de opresión, ruidos intestinales e inflamación en el vientre.
Expulsar muchos gases rara vez es señal de algún problema médico, en cambio, retenerlos sí puede ser un síntoma de dificultades digestivas. Cuando el dolor por gases es muy intenso o se presenta muy frecuentemente, es necesario consultar con el médico.
También es necesario consultar con el especialista cuando el dolor va acompañado por alguno de los siguientes síntomas:
- Cambio en la frecuencia de las deposiciones.
- Modificación en la consistencia de las heces.
- Sangre en las heces.
- Diarrea o estreñimiento.
- Pérdida de peso.
- Nauseas o vómitos recurrentes.
¿Qué hacer para eliminar la molestia?
La medida más aconsejable para eliminar el dolor por gases es hacer cambios en la dieta, evitando aquellos alimentos que favorecen el problema. Lo mejor es reducir o eliminar los alimentos ricos en fibra, los lácteos, los sustitutos de los azúcares, las bebidas carbonatadas, los alimentos fritos y grasos y los suplementos de fibra.
Por lo general, los cambios en la dieta suelen ser suficiente para resolver el problema. Es muy recomendable llevar un diario durante al menos un mes. En este se deben consignar los alimentos que se consumen y la reacción digestiva que provocan. De este modo, se pueden identificar mejor los desencadenantes del dolor por gases.
Siempre es muy conveniente visitar al médico para que él determine si existe alguna otra patología que sea el origen de este problema. Asimismo es importante estar atentos a las intolerancias alimentarias.
Otros consejos útiles frente al dolor por gases
Para resolver este problema es conveniente adoptar hábitos saludables, como los siguientes:
- Comer porciones más pequeñas de alimentos y masticar con lentitud.
- Evitar los productos masticables como el chicle.
- Hacer ejercicio con regularidad.
- Dejar el tabaco.
- No retener los gases voluntariamente, ni aguantar el deseo de defecar.
- No beber con pajitas.
- Beber frecuentemente agua natural.
- Beber té, especialmente de anís, manzanilla, menta o jengibre.
- Consumir probióticos.
Cuando se presenta el dolor por gases, resulta conveniente poner un paño caliente sobre el abdomen. El calor ayuda a que se relajen los músculos del intestino y esto facilita la circulación y la expulsión del gas.
Fuente: Mejor con Salud.
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