CORTÉS, HONDURAS. Los médicos son profesionales esenciales para las personas, un país y el mundo, sobre todo en esta época de pandemia, pero debajo de su bata blanca existe un ser humano que con sus esfuerzos, sacrificios e inteligencia puede llegar a cambiar vidas.
Honduras tiene la fortuna de contar con médicos calificados que se han destacado a lo largo de su carrera, tal es el caso del doctor Edwin Herrera Paz, quién habló con Diario TIEMPO sobre su vida, sus estudios y sus logros.
«Nací en San Pedro Sula. Mis padres migraron a San Pedro Sula desde otros departamentos de Honduras en su juventud, así que me considero cien por ciento sampedrano», indicó.
Herrera Paz desde muy pequeño se sentía atraído por las ciencias y aunque en primera instancia pensó en ser ingeniero eléctrico, la vida lo llevó hasta el campo de la salud.
«La medicina no es sólo una carrera noble, sino también presenta retos constantes para la investigación científica. En esta carrera uno jamás deja de aprender y de descubrir mientras se ayuda al prójimo», señaló.
Estudios del Dr Herrera
El galeno entró a la universidad a los 16 años y logró ser un destacado estudiante con excelencia académica en toda su carrera.
Pese a que en el camino de la carrera de Medicina tuvo dudas y ciertas pausas, Herrera logró titularse y se desempeñó como médico de planta en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Sus ganas de seguir aprendiendo lo llevaron a empezar una nueva carrera, Ingeniería en Sistemas. Sin embargo, un episodio desagradable y traumático cambió el rumbo de su vida.
«No pude concluir la carrera de ingeniería debido a que sufrí un secuestro en 1996. Ante las amenazas de muerte después de mi liberación, el presidente de Honduras en aquel entonces, Dr. Carlos Roberto Reyna, me otorgó el puesto de vice cónsul en la ciudad de Nueva York, el que ejercí por un año», reveló.
Dos años después, comenzó su especialidad en Genética Humana en la Universidad Nacional de Colombia, donde se graduó en 2002. También, cursó un programa de Genética Forense en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia.
Durante toda su vida como médico, Herrera Paz indicó que algunas de sus mayores satisfacciones son investigar y descubrir, pero sobre todo enseñar.
«Lo que más me apasiona de mi carrera es investigar y descubrir. En los últimos años me he dedicado a la investigación científica y a la docencia. Enseñar, transmitir la experiencia propia a las nuevas generaciones, es enriquecedor. El que enseña nunca deja de aprender,», expresó.
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Cargos y premios
El doctor Edwin Herrera se ha desempeñado como docente de la Universidad Católica de Honduras. Asimismo, realizó su practica de Genética por varios años y nunca ha dejado de investigar y la mayor parte del tiempo ad honorem.
«En 2004 gané el premio nacional de Ciencia y Tecnología por mis trabajos en la estructura genética de los garífunas. En 2012 me uní junto con el neumólogo, Álvaro Mayorga, al Consorcio del Asma en Poblaciones de Ascendencia Africana de las Américas (CAAPA), liderado primero por la Universidad de Johns Hopkins y hoy en día por la Universidad de Colorado», reveló.
Junto a CAAPA, este galeno ha realizado descubrimientos extraordinarios y ha publicado sus hallazgos en las mejores revistas científicas del mundo, como Nature.
«Hemos realizado descubrimientos genéticos extraordinarios, como la descripción del primer pangenoma humano (el pangenoma africano), y el descubrimiento de un gen que produce cardiomiopatía hipertrófica en la población garífuna. Realizamos la secuenciación genómica de 42 garífunas, y de 100 Tawahkas, Miskitos y Pech«, explicó.
Actualmente, Herrera es miembro del grupo de trabajo de genética de poblaciones de CAAPA, así como del comité de revisión de publicaciones. También, se ha logrado asociar con otros grupos de investigación de Europa, Israel y Latinoamérica.
Sus aportes en la pandemia
Como médico hondureño ha sido parte fundamental de la lucha contra el coronavirus en Honduras, pues junto a otro médico implementaron el Banco de Plasma Convaleciente de COVID-19.
«Al inicio de la pandemia se nos ocurrió, junto al hematólogo Dr. Raul Galeano, que el plasma de personas convalecientes podría ser útil en el tratamiento de pacientes con COVID-19 y comenzamos el proyecto de plasma aquí en San Pedro Sula», contó.
Asimismo ha realizado varias publicaciones con datos hondureños relacionado con el COVID-19, incluyendo el uso de la Ivermectina en una revista de Lancet.
No cabe duda que el Dr. Herrera ha brindado importantes aportes para combatir el letal virus, sin embargo, la pandemia para él también ha sido difícil.
«Como muchos hondureños yo perdí una familiar, y ni qué decir sobre la partida de queridos amigos médicos sampedranos, como los doctores Luis Enamorado y Alexis Reyes, solo para mencionar dos nombres entre varios otros. La llamada ‘fatiga pandémica’ nos ha afectado a todos, y según nuestros estudios los niveles de depresión, ansiedad y estrés se dispararon, siendo aún más notables en el personal médico expuesto al virus», enfatizó.
Pese a todo, el doctor Edwin continúa aportando su extenso conocimiento para el desarrollo de la salud del país y asimismo es considerado un médico de excelencia por su enorme labor y servicio a la orden del pueblo hondureño; exhorta a la población a vacunarse y seguirse protegiendo.
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