Se trata de una idea revolucionaria que permitiría salvar cientos de vida en caso de siniestro aéreo. La propuesta, permite que el avión se divida en dos. La cabina es desmontable y se liberaría en situaciones de emergencia. Tanto en el despegue como en el aterrizaje del vuelo, la cabina se desprendería y aseguraría un aterrizaje en el suelo o en el agua, y así poder salvar la vida de todos los pasajeros que viajen a bordo.
El diseño incluye unos tubos de goma que se inflan para amortiguar el impacto en el suelo o el agua, y los dispositivos inflables permitirían mantener la cabina a flote. También cuenta con un espacio de almacenamiento que guarda equipaje de los pasajeros debajo de la cabina, por lo que no habrá ninguna pérdida de equipaje durante el vuelo si la cabina se tiene que desprender.
Según informa Ukranie today, Vladimir Tatarenko es el ingeniero de este revolucionario diseño que ha trabajado durante varios años en la producción. Afirma que «mientras que los ingenieros de aviones de todo el mundo están tratando de hacer aviones más seguros, no pueden hacer nada sobre el factor humano».
Después de cinco décadas de investigación, Tatarenko ha recibido una patente sobre la invención del sistema diseñado para rescatar a la tripulación y los pasajeros, gracias a un contenedor de rescate.
El sistema prevé que la cápsula con asientos para los pasajeros y la tripulación que se instala en el interior del fuselaje de la aeronave, podría escapar por la puerta trasera del avión después de dos o tres segundos en el caso de emergencia.
Aunque parece ser un gran avance en seguridad aérea, las aerolíneas no se han mostrado muy interesadas, porque reduciría el número de asientos y aumentaría el consumo del combustible.