TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El dirigente de transporte urbano, Wilmer Cálix, se pronunció este día ante las movilizaciones realizadas en Casa Presidencial por parte de este rubro, solicitando que se frene el cobro de la extorsión.
El líder detalló que, en lo que va del año este rubro registró 50 unidades quemadas y 496 colaboradores que han perdido la vida. Asimismo, comentó que al menos unos 500 autobuses han sufrido atentados siendo tiroteados y al menos 60 operarios del rubro han perdido la vida.
Por lo tanto, manifestó que «la marcha no se detendrá. Se trata de una movilización pacífica para demostrar a todas estas organizaciones que el sector transporte está de rodillas y no puede más».
Del mismo modo, detalló que las quejas tienen como fin informar que el «impuesto de guerra» ha creado dolor no solo en el rubro del transporte, sino también en varios micro y medianos empresarios del comercio.
El dirigente señaló que con la marcha buscan que las autoridades prevengan ese flagelo antes de que se les salga de las manos.
De igual forma, aclaró que la intención de la marcha no es afectar a la ciudadanía, por lo que acordaron brindar su servicio hasta las 8:30 de la mañana.
“El tema de la caravana no afectará tanto como lo ha venido haciendo la extorsión a los transportistas por la pérdida de vidas humanas”, argumentó Cálix.
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Vidas que se pierden
El dirigente reiteró que el tema de la extorsión tiene agobiados a los transportistas y que ya está llegando a varios empresarios.
Asimismo, mencionó que la ciudad de Tegucigalpa es una de las que más paga a los grupos criminales de extorsión. Se estima que esta anda en 22 millones de lempiras.
Del mismo modo, expresó que a nivel nacional el desembolso del gremio de la extorsión anda alrededor de los 40 y 50 millones de lempiras mensuales.
“Aunque el dinero no es tan importante como sí lo son las vidas que se pierden”, expresó el miembro del transporte.