TEGUCIGALPA-HONDURAS. Para construir un monumento para destacar el fenómeno de la Lluvia de peces, el diputado nacionalista Milton Jiménez pidió unos cuatro millones de lempiras a favor de la municipalidad de Yoro, a través de un proyecto de ley presentado ante el pleno del Congreso Nacional (CN).
A través de su cuenta oficial, el CN dio a conocer la información sobre la iniciativa del legislador hondureño.
Según el parlamentario la iniciativa serviría para conmemorar una de las situaciones más increíbles del país.
En ese sentido, ese Poder del Estado en la próxima sesión legislativa deberá someter a discusión dicho proyecto de ley.
La moción presentada por el congresista ha generado polémica entre los cibernautas. Algunos opinan que hay temas más importantes que proponer en el CN que estar pensado en “barrabasadas”.
Tal es el caso del usuario Jorge Echeverría quién considera hay cosas de mayor relevancia como ser: Revisar el presupuesto. Así como también eliminar las dietas, viáticos, escoltas, pago de celulares viajes en primera clase, entre otros privilegios que se otorgan a los funcionarios públicos.
De igual forma, el usuario Luis Morgan se hace una pregunta, y escribe: ¿No les da pena publicar semejante barrabasadas?
Otro hondureño identificado como Alexander publicó “Da tristeza escuchar ese tipo de propuesta. Busquen iniciativas que generen empleo y salud para el pueblo.
También un ciudadano de Yoro criticó: “Tantas necesidades que tiene la ciudad de Yoro como para botar el dinero en un monumento. Por favor!!!!!
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Fenómeno de Lluvia de peces
Cabe señalar que habitantes de Yoro establecen que ese fenómeno ocurre en esa zona desde hace más de un siglo.
Asimismo, testigos del fenómeno detallaron que primero comienza con un oscurecimiento del cielo causado por nubes densas. Luego se presentan relámpagos, truenos, vientos fuertes, y una lluvia copiosa que dura de 2 a 3 horas. Es preciso indicar que ese es un comportamiento típico de las tormentas tropicales.
Una vez que la lluvia cesa, los pobladores encuentran cientos de peces esparcidos por el suelo, aún vivos. Posteriormente, los pobladores los recogen y transportan a sus casas para cocinarlos y comer el delicioso alimento caído del cielo.
De acuerdo a los yoreños, los peces son de agua dulce, y siempre se los encuentra vivos. Igualmente, no carecen de ojos, no son enormes sino pequeños, y no son del tipo de peces que se encuentra en áreas cercanas.
A efecto de eso, desde 1998, cada año se celebra el Festival de la Lluvia de peces.
